Una historia, dos versiones
El abogado del intérprete, Frankie Amador, afirmó que presentará una querella contra la bailarina -que responde al nombre de "Dulce"- acusándola de extorsión y soborno. "[Ella] tomó unas fotografías, entre otras cosas, sin el consentimiento de la otra persona", dijo Amador.
Según trascendió en sendos reportajes de Escándalo TV y El Gordo y la Flaca, la defensa de Montero alega que hubo un acuerdo previo entre la "dama de compañía" y un fotógrafo, que, según lo admitió la propia Dulce, propició el encuentro entre ella y el cantante, en el hotel Normandie de San Juan.
Sin embargo, como es de esperarse, la bailarina tiene una versión totalmente distinta de los hechos. Según ella, Montero habría acordado pagarle $350 por hora de servicio. Pero finalmente abandonó la habitación sin cobrar un solo centavo.
Sin entrar en detalles, Dulce asegura que estuvo con Pablo Montero -cuyo verdadero nombre es Oscar Daniel Hernández- por un lapso de cinco horas. En varias ocasiones, le pidió el pago por sus servicios, a lo que él respondía, según el reportaje del semanario ¡Mira!, que sus representantes se iban a encargar de eso.
"Le dije: Pablo, por favor, levántese y dígales que me paguen", le contó Dulce a ¡Mira!. "[...] No se levantó, entonces le tomé unas fotos con el teléfono celular... [...] Le tomé una de la carita y una de sus partes".
De acuerdo con el semanario, Dulce captó las imágenes como un "plan b", ante la sospecha de que el cantante no iba a cancelar la deuda.
Por otro lado, un representante de Pablo Montero aseguró que siete días después del incidente, la bailarina lo llamó para pedir la suma de $5 mil, alegando que, de no acceder a su demanda, haría públicas las fotos de Montero desnudo.
En una entrevista en la televisión puertorriqueña, Dulce aseguró que su única intención era que se le pagara, y que, en cierto modo, se vio forzada a vender las fotos por las que, según varios medios, habría cobrado $5 mil precisamente.
"Si él [Montero] canta y le pagan su 'cosita', yo bailo y también se me paga", concluyó la bailarina boricua.
El abogado del intérprete, Frankie Amador, afirmó que presentará una querella contra la bailarina -que responde al nombre de "Dulce"- acusándola de extorsión y soborno. "[Ella] tomó unas fotografías, entre otras cosas, sin el consentimiento de la otra persona", dijo Amador.
Según trascendió en sendos reportajes de Escándalo TV y El Gordo y la Flaca, la defensa de Montero alega que hubo un acuerdo previo entre la "dama de compañía" y un fotógrafo, que, según lo admitió la propia Dulce, propició el encuentro entre ella y el cantante, en el hotel Normandie de San Juan.
Sin embargo, como es de esperarse, la bailarina tiene una versión totalmente distinta de los hechos. Según ella, Montero habría acordado pagarle $350 por hora de servicio. Pero finalmente abandonó la habitación sin cobrar un solo centavo.
Sin entrar en detalles, Dulce asegura que estuvo con Pablo Montero -cuyo verdadero nombre es Oscar Daniel Hernández- por un lapso de cinco horas. En varias ocasiones, le pidió el pago por sus servicios, a lo que él respondía, según el reportaje del semanario ¡Mira!, que sus representantes se iban a encargar de eso.
"Le dije: Pablo, por favor, levántese y dígales que me paguen", le contó Dulce a ¡Mira!. "[...] No se levantó, entonces le tomé unas fotos con el teléfono celular... [...] Le tomé una de la carita y una de sus partes".
De acuerdo con el semanario, Dulce captó las imágenes como un "plan b", ante la sospecha de que el cantante no iba a cancelar la deuda.
Por otro lado, un representante de Pablo Montero aseguró que siete días después del incidente, la bailarina lo llamó para pedir la suma de $5 mil, alegando que, de no acceder a su demanda, haría públicas las fotos de Montero desnudo.
En una entrevista en la televisión puertorriqueña, Dulce aseguró que su única intención era que se le pagara, y que, en cierto modo, se vio forzada a vender las fotos por las que, según varios medios, habría cobrado $5 mil precisamente.
"Si él [Montero] canta y le pagan su 'cosita', yo bailo y también se me paga", concluyó la bailarina boricua.