En Marruecos no hay ninguna ley que lo impida, ni aquellos ejemplares con el dibujo en portada se retiraron de los quioscos. Pero Mulay Ismail, que así se llama el primo del monarca, pide esa cantidad por sentirse ofendido.Tanto Bouachrine como el caricaturista, Khalid Gueddar, se sentarán en el banquillo de los acusados el 23 de octubre. Paralelamente al del primo del rey, las autoridades han emprendido otro proceso por su cuenta. Esta vista se celebrará el 12 de octubre. En este caso el Gobierno se escuda en que la caricatura ofende la enseña nacional.
"Si el príncipe se ha sentido atacado, aunque no estamos en nuestra obligación, estamos dispuestos a pedir perdón", explica el director. "Pero que quede claro que se trata de una caricatura amable con la que no se le ofende".
Sin esperar a que los mecanismos de la Justicia se pusieran en marcha, el Ministerio del Interior decretó el 27 de septiembre el cierre de las instalaciones de Al Akhbar al Youm e impide desde entonces la publicación del diario.
"En estos once días hemos perdido una media de 140.000 dirhams diarios, lo que hace un total de unos 150.000 euros", dice Bouachrine.
