Los precursores fueron localizadas en Nuevo Laredo -Tamaulipas, en el noreste de México- así como en el puerto de Manzanillo, Colima, en el Pacífico.Con los precursores confiscados se podrían haber fabricado unas 80 toneladas de drogas químicas, según la Procuraduría General de la República (PGR).
"Es un duro golpe económico a la delincuencia organizada", señaló la dependencia en un comunicado.
"Ice"
Las sustancias confiscadas por las autoridades, fenil acetato de sodio y 2-fenilacetamida, según la PGR son la base para fabricar la droga conocida como "ice" o metanfetamina.
Se trata de elementos químicos altamente contaminantes. Cada kilo de droga sintética genera cinco más de desechos tóxicos que requieren procesos largos y especiales para su erradicación.
Para los carteles del narcotráfico, la producción de "ice" y derivados de anfetaminas es un buen negocio.
El kilogramo de estos narcóticos cuesta en promedio US$50.000 en las calles de Estados Unidos, y en Europa la cotización aumenta hasta US$80.000, según ha documentado la agencia antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés).
La casita de El Chapo
Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado a quien pertenecían los precursores químicos confiscados.
Sin embargo, datos de la PGR ubican a dos organizaciones como las que más cantidad de "ice" y metanfetaminas elaboran en el país.
Se trata de la banda conocida como La Familia, que opera en Michoacán, en el occidente del país, y el Cartel de Sinaloa, que encabeza Joaquín Guzmán Loera, alias "el Chapo".
Ambas organizaciones han sido afectadas por operativos del ejército, que recientemente desmanteló en Durango, en el centro norte del país, el laboratorio clandestino de 240.000 metros cuadrados, considerado el más grande en la historia del país.
En ese sitio, ubicado en una elevada zona montañosa conocida como Las Trancas, vivía "El Chapo", según publicó la prensa local con base en investigaciones de la PGR.
Desde 2006 el gobierno mexicano ha desplegado a más de 50.000 policías y soldados en la lucha contra el tráfico de drogas. Según las autoridades, la guerra entre carteles por controlar el mercado ha dejado casi 14.000 personas asesinadas en los últimos tres años.
