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La nueva política sobre invitados que pasan la noche en el dormitorio lee: “No podrás sostener relaciones sexuales mientras tu compañero o compañera de cuarto esté presente en la habitación”. Sin embargo, no incluye consecuencias si esta norma se viola.
Thurler afirma que la nueva política no tiene como fin regular la conducta estudiantil, sino conseguir que los asignados a compartir un espacio puedan comunicarse sobre el espacio que tienen que compartir. Dijo que la política está dirigida a los 5,000 estudiantes subgraduados.
Alyza DelPan-Monley, de 20 años y estudiante de filosofía de tercer año, coincidió con la visión de Thurler.
“Tengo la suerte de que he tenido buenas experiencias con mis compañeras de cuarto”, dijo. “Pero la regla está para personas que no pueden comunicarse con sus compañeros de habitación”.
El estudiante de nuevo ingreso John Levinson, de 18 años, dijo que la norma le molestó y que cree la discusión sobre etiqueta sexual debe ser algo privado entre las personas que comparten el cuarto.
“No creo que la universidad deba determinar qué sucede dentro de una habitación”, dijo. “En lo personal, no tendría sexo frente a mi compañero de cuarto, y él tampoco lo haría delante de mí”.
Las políticas en instituciones universitarias sobre las relaciones sexuales en sus dormitorios varían grandemente. Algunas instituciones católicas prohíben la ‘cohabitación’ de miembros del sexo opuesto en sus predios, mientras que el manual del estudiante de la universidad de Harvard proscribe cualquier ‘conducta sexual persistente y no deseada”.
Pero el portavoz de la Asociación Internacional de Oficiales de Viviendas Universitarias, James Mabumann, destacó que la regla de Tufts sí es inusual. “Es la primera vez que oigo de algo así”, señaló.