"Sarah me dijo que tenía una gran idea: lo mantendríamos en secreto, y nadie sabría que Bristol estaba embarazada", asegura Johnston en la entrevista, titulada "La señora Palin y yo", que se publicará en el número de octubre de la revista Vanity Fair y cuya edición digital ofrece hoy un avance.
"Me dijo que una vez que Bristol tuviera el bebé, ella y Todd (su marido) lo adoptarían. De esta forma, me dijo, Bristol y yo no tendríamos que preocuparnos de nada", añadió Johnston, de 19 años.
El ex novio de Bristol, que no ha abandonado las portadas de los medios pese a terminar su relación con la madre del niño, aseguró que Palin "no paraba de mencionar el plan" y "no se rendía" pese a que los dos adolescentes rechazaban constantemente la posibilidad de dejarle adoptar el bebé.
La polémica por el embarazo de su hija acompañó a la ex gobernadora de Alaska durante toda la campaña electoral de 2008, puesto que el equipo de campaña del republicano John McCain hizo pública la noticia sólo tres días de anunciar que sería Palin quien acompañara al senador por Arizona en la carrera a la Casa Blanca.
"Creo que Sarah buscaba que Bristol diera una buena imagen, y no quería que la gente supiera que su hija de 17 años iba a ser madre", opina Johnston, que vivió en el hogar de los Palin durante dos meses y medio después de concluir las elecciones de noviembre de 2008.
Según Jonston, que es además estrella del hockey y que ha mantenido una batalla mediática con Palin desde que se anunciara la ruptura con su hija el pasado marzo, la ex gobernadora cambió completamente tras la derrota electoral de los republicanos.
"Sarah estuvo triste un tiempo. Caminaba por la casa con mala cara. Yo asumí que volvería a su trabajo como gobernadora, pero una semana o dos después de volver empezó a hablar sobre lo genial que sería dejarlo para escribir un libro o hacer un programa de televisión que le diera el triple de dinero", dijo Johnston.
"Me dijo que una vez que Bristol tuviera el bebé, ella y Todd (su marido) lo adoptarían. De esta forma, me dijo, Bristol y yo no tendríamos que preocuparnos de nada", añadió Johnston, de 19 años.
El ex novio de Bristol, que no ha abandonado las portadas de los medios pese a terminar su relación con la madre del niño, aseguró que Palin "no paraba de mencionar el plan" y "no se rendía" pese a que los dos adolescentes rechazaban constantemente la posibilidad de dejarle adoptar el bebé.
La polémica por el embarazo de su hija acompañó a la ex gobernadora de Alaska durante toda la campaña electoral de 2008, puesto que el equipo de campaña del republicano John McCain hizo pública la noticia sólo tres días de anunciar que sería Palin quien acompañara al senador por Arizona en la carrera a la Casa Blanca.
"Creo que Sarah buscaba que Bristol diera una buena imagen, y no quería que la gente supiera que su hija de 17 años iba a ser madre", opina Johnston, que vivió en el hogar de los Palin durante dos meses y medio después de concluir las elecciones de noviembre de 2008.
Según Jonston, que es además estrella del hockey y que ha mantenido una batalla mediática con Palin desde que se anunciara la ruptura con su hija el pasado marzo, la ex gobernadora cambió completamente tras la derrota electoral de los republicanos.
"Sarah estuvo triste un tiempo. Caminaba por la casa con mala cara. Yo asumí que volvería a su trabajo como gobernadora, pero una semana o dos después de volver empezó a hablar sobre lo genial que sería dejarlo para escribir un libro o hacer un programa de televisión que le diera el triple de dinero", dijo Johnston.