La información trascendió ayer, pero el legislador criollo, asegura que las imputaciones son falsas. En entrevista con este reportero y el programa “El Show de Ramón Aníbal” que se transmite por el canal 35 y otros canales, Castro sostuvo que la llamada “Maquinaria Demócrata” de El Bronx, liderada en su mayoría por políticos boricuas a los que se adhieren los asambleístas dominicanos Adriano Espaillat y José Peralta, pretende hacerle daño, porque él (Castro) no sigue la línea trazada por estos.
“No trabajamos con La Maquinaria ni con el presidente del partido Carl Heinstein, por lo que quieren inventar toda clase de falsedades para sacarme de la asamblea estatal y poner en mi lugar a alguien que responda a sus intereses”, añadió Castro.
Señaló que hasta este momento, el fiscal de El Bronx Robert Johnson, no le ha comunicado nada oficialmente sobre las acusaciones. “Se supone que si soy el acusado, debo estar enterado formalmente de los cargos, pero nadie de la fiscalía se ha comunicado conmigo”, aclaró.
Aunque admitió que nueve personas se registraron como electores en una sola dirección que es la de él en El Bronx, explicó que todos, vivieron allí en tiempos diferidos y no cambiaron la dirección. “Eso no es ningún problema, no es fraude electoral y yo nunca les dije a ellos que se registraran como electores. Usualmente han vivido en esa misma dirección y por coincidencia han seguido usando la dirección, Yo, nunca he negado eso”.
Sobre su problema con el Departamento de Trabajo del Estado de Nueva York, que lo acusó de “estafa”, respondió que estaba trabajando a tiempo parcial y la ley permite recibir beneficios en esa situación. “Lo que pasó fue que trabajé una hora más que la permitida por la ley, pero ese problema se resolvió”.
Castro recalcó que definitivamente es víctima de una “conspiración política” para despojarlo de su asiento en la legislatura estatal. “Muchos todavía no aceptan el que yo ganara el distrito con un porcentaje del 87% donde no hubo ningún fraude, pero nunca fui el candidato preferido del grupo que ahora quiere sacarme de la asamblea en Albany”.
Aseguró que está en posibilidades de probar su inocencia en la corte en caso de que sea enjuiciado.
Expresó que desde que fue electo, la Maquinaria Demócrata de El Bronx ha estado buscando la forma de cómo sacarlo de circulación. “Pero, mi trabajo en la comunidad es muy visible y ahí están los programas de inmigración, viviendas, salud, educación y comunitarios que hemos implementado”, destacó.
Dijo que Espaillat, quien promueve una agenda dominicana por un lado, pero está en alianza con los enemigos políticos de la comunidad criolla en los Estados Unidos, es un importante aliado de quienes buscan sacarlo de circulación. Admitió que trabajó como jefe de personal en la oficina de Espaillat, pero sus relaciones se rompieron cuando enfrentó al primero en el club demócrata que dirige en el Alto Manhattan.
Recordó que Espaillat tampoco lo apoyó cuando lanzó su candidatura en el distrito 86 de El Bronx y prefirió respaldar a un puertorriqueño. “Según Adriano, hay dominicanos malos y buenos y al parecer, yo uno de los malos, lo que ocurre es que cualquiera, que no esté de acuerdo con sus intereses está en la lista de los malos y creo que ya es hora de que acabemos con el clientelismo americano que quiere imponer Espaillat”, dijo Castro.
Reclamó que Adriano salga y de la cara y diga que Castro no le cae bien y por eso, no lo apoya. “Pienso que los intereses de la comunidad tienen que estar por encima de cualesquiera otros que no se correspondan con nuestra agenda”, agregó el asambleísta Castro.
Autor: Miguel Cruz Tejada/ElNuevoDiario
“No trabajamos con La Maquinaria ni con el presidente del partido Carl Heinstein, por lo que quieren inventar toda clase de falsedades para sacarme de la asamblea estatal y poner en mi lugar a alguien que responda a sus intereses”, añadió Castro.
Señaló que hasta este momento, el fiscal de El Bronx Robert Johnson, no le ha comunicado nada oficialmente sobre las acusaciones. “Se supone que si soy el acusado, debo estar enterado formalmente de los cargos, pero nadie de la fiscalía se ha comunicado conmigo”, aclaró.
Aunque admitió que nueve personas se registraron como electores en una sola dirección que es la de él en El Bronx, explicó que todos, vivieron allí en tiempos diferidos y no cambiaron la dirección. “Eso no es ningún problema, no es fraude electoral y yo nunca les dije a ellos que se registraran como electores. Usualmente han vivido en esa misma dirección y por coincidencia han seguido usando la dirección, Yo, nunca he negado eso”.
Sobre su problema con el Departamento de Trabajo del Estado de Nueva York, que lo acusó de “estafa”, respondió que estaba trabajando a tiempo parcial y la ley permite recibir beneficios en esa situación. “Lo que pasó fue que trabajé una hora más que la permitida por la ley, pero ese problema se resolvió”.
Castro recalcó que definitivamente es víctima de una “conspiración política” para despojarlo de su asiento en la legislatura estatal. “Muchos todavía no aceptan el que yo ganara el distrito con un porcentaje del 87% donde no hubo ningún fraude, pero nunca fui el candidato preferido del grupo que ahora quiere sacarme de la asamblea en Albany”.
Aseguró que está en posibilidades de probar su inocencia en la corte en caso de que sea enjuiciado.
Expresó que desde que fue electo, la Maquinaria Demócrata de El Bronx ha estado buscando la forma de cómo sacarlo de circulación. “Pero, mi trabajo en la comunidad es muy visible y ahí están los programas de inmigración, viviendas, salud, educación y comunitarios que hemos implementado”, destacó.
Dijo que Espaillat, quien promueve una agenda dominicana por un lado, pero está en alianza con los enemigos políticos de la comunidad criolla en los Estados Unidos, es un importante aliado de quienes buscan sacarlo de circulación. Admitió que trabajó como jefe de personal en la oficina de Espaillat, pero sus relaciones se rompieron cuando enfrentó al primero en el club demócrata que dirige en el Alto Manhattan.
Recordó que Espaillat tampoco lo apoyó cuando lanzó su candidatura en el distrito 86 de El Bronx y prefirió respaldar a un puertorriqueño. “Según Adriano, hay dominicanos malos y buenos y al parecer, yo uno de los malos, lo que ocurre es que cualquiera, que no esté de acuerdo con sus intereses está en la lista de los malos y creo que ya es hora de que acabemos con el clientelismo americano que quiere imponer Espaillat”, dijo Castro.
Reclamó que Adriano salga y de la cara y diga que Castro no le cae bien y por eso, no lo apoya. “Pienso que los intereses de la comunidad tienen que estar por encima de cualesquiera otros que no se correspondan con nuestra agenda”, agregó el asambleísta Castro.
Autor: Miguel Cruz Tejada/ElNuevoDiario