El rotativo señala que basándose en fuentes allegadas a la investigación, recibió la confirmación de la convocatoria y que los fiscales a cargo del caso, ya han notificado a los abogados del político dominicano, sobre esa posibilidad.
“Personas allegadas a Castro, creen que es muy probable que sea acusado”, añade City Hall. El año pasado, el asambleísta criollo fue recusado en la corte de El Bronx por el señor Richard Soto, hermano de Richard Soto, el segundo candidato oponente a Nelson, diciendo que el legislador había actuado fraudulentamente con al menos 15 firmas de electores que registró en su propia dirección, incluyendo a su novia Yahaira y otros parientes.
Poco antes de las elecciones especiales en las que Castro resultó electo, éste le dijo a un juez, que desconocía totalmente la situación y que no había sido responsable por ello. Pero, una fuente cercana a su oficina reveló que varios de sus ex colaboradores testificaron ya en la fiscalía en su contra y entre ellos figura su ex novia y un activista de apellido Paulino que se disgustó con su líder, después de las votaciones.
En la audiencia del 2008 llevada acabo en julio en la Corte Suprema de El Bronx, Castro declaró bajo juramento que no conocía a la gente inscritas en la lista de los 15. El juez Robert Seewald desestimó el caso y dictaminó que no había pruebas de fraude electoral. Se dijo que en octubre, Soto, presentó pruebas de que Castro sí conocía a esas personas y proporcionó fotografías que muestran la relación del asambleísta dominicano con parte de los registrados en su dirección.
Steven Reed, portavoz de la oficina del fiscal Johnson, dijo que no podía confirmar ni negar la convocatoria del Gran Jurado, porque la investigación sigue en marcha.
En el 2004, el asambleísta dominicano se declaró culpable por haber colectado $5,000 dólares extras como beneficio por desempleo, aún estando trabajando legalmente y fue condenado a tres años de libertad condicional y la devolución del dinero.
Antes de ser electo como asambleísta, Castro se había desempeñado como jefe de personal en la oficina de su colega y compatriota Adriano Espaillat, quien no lo apoyó para la contienda.
El legislador en problemas ha dicho públicamente que no renunciará a su curul, acusando a la Maquinaria Demócrata de El Bronx y al propio Espaillat de estar detrás del expediente.
Autor: Miguel Cruz Tejada
“Personas allegadas a Castro, creen que es muy probable que sea acusado”, añade City Hall. El año pasado, el asambleísta criollo fue recusado en la corte de El Bronx por el señor Richard Soto, hermano de Richard Soto, el segundo candidato oponente a Nelson, diciendo que el legislador había actuado fraudulentamente con al menos 15 firmas de electores que registró en su propia dirección, incluyendo a su novia Yahaira y otros parientes.
Poco antes de las elecciones especiales en las que Castro resultó electo, éste le dijo a un juez, que desconocía totalmente la situación y que no había sido responsable por ello. Pero, una fuente cercana a su oficina reveló que varios de sus ex colaboradores testificaron ya en la fiscalía en su contra y entre ellos figura su ex novia y un activista de apellido Paulino que se disgustó con su líder, después de las votaciones.
En la audiencia del 2008 llevada acabo en julio en la Corte Suprema de El Bronx, Castro declaró bajo juramento que no conocía a la gente inscritas en la lista de los 15. El juez Robert Seewald desestimó el caso y dictaminó que no había pruebas de fraude electoral. Se dijo que en octubre, Soto, presentó pruebas de que Castro sí conocía a esas personas y proporcionó fotografías que muestran la relación del asambleísta dominicano con parte de los registrados en su dirección.
Steven Reed, portavoz de la oficina del fiscal Johnson, dijo que no podía confirmar ni negar la convocatoria del Gran Jurado, porque la investigación sigue en marcha.
En el 2004, el asambleísta dominicano se declaró culpable por haber colectado $5,000 dólares extras como beneficio por desempleo, aún estando trabajando legalmente y fue condenado a tres años de libertad condicional y la devolución del dinero.
Antes de ser electo como asambleísta, Castro se había desempeñado como jefe de personal en la oficina de su colega y compatriota Adriano Espaillat, quien no lo apoyó para la contienda.
El legislador en problemas ha dicho públicamente que no renunciará a su curul, acusando a la Maquinaria Demócrata de El Bronx y al propio Espaillat de estar detrás del expediente.
Autor: Miguel Cruz Tejada