"Ha superado con éxito la operación, de tres horas y media, ahora queremos esperar a ver cómo reacciona su cuerpo", señaló el doctor y jefe del departamento, Arjang Ruhparwar.
El aparato, de dimensiones mínimas, ha sido implantado en el pericardio.
Los anteriores corazones artificiales pesaban más de un kilogramo, apuntó Ruhparwar.
Según el doctor, consiste en "seguir la misma tendencia que con los teléfonos móviles, cuanto más pequeño y ligero sea el aparato, mejor".
Se trata del corazón artificial más pequeño del mundo, por el momento, y capaz de ejecutar todas las funciones que realiza el ventrículo izquierdo, y de operar de forma sencilla y eficaz.
Asimismo, señaló, funciona al tiempo que sigue el ritmo sanguíneo de forma exacta, algo que los antiguos aparatos tampoco podían realizar del todo.
Al parecer, este mini corazón pertenece a la quinta generación de los llamados "DeBakey", una denominación que engloba a toda una serie de aparatos que desarrollaron en los años 90 el especialista en cardiología Michael DeBakey y la agencia estadounidense de navegación espacial NASA.
Tal y como explicaron los facultativos del hospital, el mini corazón permite a los pacientes llevar una vida casi normal.
La única cosa que los investigadores no han conseguido resolver es que la fuente de alimentación que emplea el aparato está aún fuera del cuerpo.
En el lado derecho del cuerpo un pequeño cable lo rodea haciendo las veces de batería, como si fuera un cinturón, al igual que ocurre con las fundas de los teléfonos móviles.
El aparato, de dimensiones mínimas, ha sido implantado en el pericardio.
Los anteriores corazones artificiales pesaban más de un kilogramo, apuntó Ruhparwar.
Según el doctor, consiste en "seguir la misma tendencia que con los teléfonos móviles, cuanto más pequeño y ligero sea el aparato, mejor".
Se trata del corazón artificial más pequeño del mundo, por el momento, y capaz de ejecutar todas las funciones que realiza el ventrículo izquierdo, y de operar de forma sencilla y eficaz.
Asimismo, señaló, funciona al tiempo que sigue el ritmo sanguíneo de forma exacta, algo que los antiguos aparatos tampoco podían realizar del todo.
Al parecer, este mini corazón pertenece a la quinta generación de los llamados "DeBakey", una denominación que engloba a toda una serie de aparatos que desarrollaron en los años 90 el especialista en cardiología Michael DeBakey y la agencia estadounidense de navegación espacial NASA.
Tal y como explicaron los facultativos del hospital, el mini corazón permite a los pacientes llevar una vida casi normal.
La única cosa que los investigadores no han conseguido resolver es que la fuente de alimentación que emplea el aparato está aún fuera del cuerpo.
En el lado derecho del cuerpo un pequeño cable lo rodea haciendo las veces de batería, como si fuera un cinturón, al igual que ocurre con las fundas de los teléfonos móviles.