Joseph Pabón, quien trabajaba como operador de montacargas en el edificio en el que Rodríguez ejercía de limpiadora durante el turno de la noche y donde su cuerpo fue encontrado sin vida, negó haber cometido el crimen en una vista a la que asistieron algunos de los familiares de la víctima, que era madre de tres hijos.
El acusado, quien fue detenido a mediados de julio después de que unas pruebas de ADN lo vincularan con el caso, se enfrenta a cargos por homicidio en segundo grado, además de secuestro.
Eridania Rodríguez, de 46 años, desapareció el 7 de julio durante el transcurso de su jornada laboral y su cuerpo fue encontrado días después dentro de un conducto de aire acondicionado en uno de los pisos del edificio en el que trabajaba, en el distrito financiero de la isla de Manhattan.
Pabón siempre ha asegurado que él no cometió el crimen, ya que el día en que la dominicana desapareció se fue antes a casa porque se encontraba mal.
El cadáver estaba maniatado y tenía cinta adhesiva en la cabeza y la boca, y la muerte se produjo por asfixia debido a la obstrucción de las vías respiratorias, indicaron entonces los estudios forenses que se practicaron.
Un charco de sangre debajo de un conducto del sistema de aire acondicionado, que está en construcción, sirvió de pista para que la Policía descubriera el cadáver de la mujer, que conservaba el uniforme de trabajo.
Algunas personas allegadas a la víctima, a la que llamaban familiarmente Iris, manifestaron que estaba cada día más nerviosa por trabajar en el turno de noche en condiciones solitarias y que incluso se había sentido vigilada y hostigada en su trabajo.
La mujer llegó a Nueva York a comienzos de la década de 1980 procedente de la localidad dominicana de San Francisco de Macorís, con sus padres y otros familiares.
Fuente/EFE/ Via LD
El acusado, quien fue detenido a mediados de julio después de que unas pruebas de ADN lo vincularan con el caso, se enfrenta a cargos por homicidio en segundo grado, además de secuestro.
Eridania Rodríguez, de 46 años, desapareció el 7 de julio durante el transcurso de su jornada laboral y su cuerpo fue encontrado días después dentro de un conducto de aire acondicionado en uno de los pisos del edificio en el que trabajaba, en el distrito financiero de la isla de Manhattan.
Pabón siempre ha asegurado que él no cometió el crimen, ya que el día en que la dominicana desapareció se fue antes a casa porque se encontraba mal.
El cadáver estaba maniatado y tenía cinta adhesiva en la cabeza y la boca, y la muerte se produjo por asfixia debido a la obstrucción de las vías respiratorias, indicaron entonces los estudios forenses que se practicaron.
Un charco de sangre debajo de un conducto del sistema de aire acondicionado, que está en construcción, sirvió de pista para que la Policía descubriera el cadáver de la mujer, que conservaba el uniforme de trabajo.
Algunas personas allegadas a la víctima, a la que llamaban familiarmente Iris, manifestaron que estaba cada día más nerviosa por trabajar en el turno de noche en condiciones solitarias y que incluso se había sentido vigilada y hostigada en su trabajo.
La mujer llegó a Nueva York a comienzos de la década de 1980 procedente de la localidad dominicana de San Francisco de Macorís, con sus padres y otros familiares.