"Un regreso al país en este momento podría desatar un baño de sangre", afirmó el prelado, no sin antes aclarar que se lo pedía a su "amigo José Manuel Zelaya".Y agregó: "Sé que usted ama la vida, sé que usted respeta la vida, hasta el día de hoy no ha muerto un sólo hondureño, por favor medite porque después sería demasiado tarde".
La máxima autoridad de la Iglesia católica hondureña tuvo a su disposición este mediodía la cadena nacional de radio y televisión y emitió su mensaje -leído en toda su extensión, salvo en un tramo donde castigó políticamente a la OEA- en el que confirmó de manera directa y sin medias tintas la posición de apoyo al golpe que tuvo desde un inicio.
"A la Organización de Estados Americanos pedimos que preste atención a todo lo que venía ocurriendo fuera de la legalidad en Honduras y no solamente a lo sucedido el 28 de junio recién pasado", cuando se produjo el golpe de estado contra Zelaya.
Rodríguez advirtió también a la comunidad internacional "el derecho que tenemos de definir nuestro propio destino sin presiones unilaterales de cualquier tipo, buscando soluciones que promuevan el bien de todos".
Asimismo y en uno de los pasajes más duros de un mensaje más cercano al de un político que al de un pastor, lanzó una advertencia. "Rechazamos amenazas de fuerza o bloqueos de cualquier tipo que solamente hacen sufrir a los más pobres", en alusión directa al presidente de Venezuela, Hugo Chávez y al bloqueo comercial que impuso el Sistema de Integración Centroamericana (Sica).
Y en una acusación directa, afirmó que "si el sistema interamericano se limita a proteger la democracia en las urnas pero no le da seguimiento a un buen gobierno, a la prevención de las crisis políticas, económica y sociales, de nada servirá reaccionar tardíamente frente a ellas".
En su visita de poco menos de 24 horas realizada ayer a este país, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza estuvo reunido, entre otros actores de la realidad política del país, con el cardenal Rodríguez y el prelado ya le había comunicado su posición.
Fue por eso que en la conferencia de prensa brindada a fin del día, Insulza denunció que "de mi gestión aquí (en Honduras) se desprende que no existe predisposición para retornar al orden institucional".
"El resultado claro de la ruptura institucional persiste y no tienen intención de revertir esta situación y es lo que informaré mañana (por hoy) a la Asamblea General de la OEA", dijo.
La estatura política del cardenal Rodríguez la marca el hecho de que fue mencionado como uno de los "papables" tras la muerte de Juan Pablo II. Pero no es el único miembro de una iglesia que toma partido a favor del gobierno de facto que encabeza Roberto Micheletti.
En los actos organizados por quiénes apoyaron el derrocamiento de Zelaya, las alusiones divinas son permanentes al punto que a poco de presenciar alguna de ellas entra la duda si no se está en alguna ceremonia religiosa.
"Muerte al diablo", "Levantemos los brazos para que los arcángeles sigan volando sobre el actual gobierno de Honduras" y "Dios está de acuerdo con todo esto", son solo algunos de los muchos ejemplos de un modo de entender la política bastante incomprensible para los argentinos.
F/Telam
