
"Pensé que era el mango de un paraguas", aseguró Ochoa, pero en seguida se dio cuenta de que era algo más: "Vi una cabeza de serpiente más grande que mi pulgar y me asusté", relató el español.
En seguida, el hombre llamó a la policía y cerró la puerta del baño al percatarse de que el animal quería salir del inodoro hacia el piso del baño. Al llegar, la policía tuvo que armar una precaria lanza hecha con un machete que adhirieron a un palo de una escoba con cinta adhesiva.
Sólo entonces se enfrentaron al animal, que se cree que estaba vagando por las cañerías, ya que estaba intentando abrir el inodoro cuando Ochoa lo vio.
Ahora, el hombre declaró que por la noche lo pasa "muy mal" después de la experiencia. "Tengo miedo y no sé cuándo lo superaré", expresó compungido.