Lucía Whalen llamó a la policía el 16 de julio diciendo que había visto a dos hombres en la entrada de la casa de Gates, quienes parecían estar intentando forzar la puerta.
La llamada llevó a la policía a arrestar en su propia casa a Gates por cargos de alteración del orden público, abriendo un debate en Estados Unidos sobre el presunto prejuicio racial de las autoridades policiales.
En realidad no hubo ningún intruso: Gates intentaba abrir a la fuerza su puerta, que se había trabado. El profesor protestó por el accionar de los policías y fue arrestado, aunque luego los cargos contra él fueron desechados.
Whalen no ha hecho declaraciones, pero el comunicado emitido el domingo por su abogada, Wendy Murphy, dice que ella sólo vio a los dos hombres de espalda y no tenía información sobre su raza cuando hizo la llamada.
Murphy dijo que Whalen alertó a las autoridades porque habían ocurrido varios asaltos en la zona y no porque observó que los dos hombres en la entrada de la casa eran negros.
"Contrario a los que se ha dicho en diversos informes que indican que 'una mujer blanca' llamó al (número de urgencias) 911 y reportó que dos 'hombres negros' trataban de entrar a la casa del señor Gates, la mujer, de piel morena y ascendencia portuguesa le dijo al operador del 911 que vio 'dos hombres' en la vivienda", dice el comunicado de Murphy.
Haas dijo al diario The Boston Globe que Whalen especuló que eran dos hispanos pero que está claro que "no sabía con certeza la raza de los hombres".
El comisionado reconoció que en el reporte policial se dice que la persona que llamó dijo ver "lo que parecían ser dos hombres negros", pero agregó que no necesariamente estaba basado en la llamada original.
Quienes apoyan a Gates dicen que éste fue arrestado por el sargento James Crowley porque las autoridades aplican un etiquetamiento racial. El debate tomó relevancia nacional cuando el presidente Barack Obama dijo que la policía "actuó estúpidamente".
El presidente Barack Obama intentó calmar el viernes la controversia racial y reconoció que había elegido mal su manera de expresarse sobre el arresto del profesor negro al decir que "podría haber calibrado esas palabras de distinta manera".
El viernes, Obama dijo que seguía creyendo que tanto el sargento James Crowley como Gates reaccionaron de manera excesiva durante el incidente, pero que también sus propias declaraciones tuvieron algo de culpa.
La llamada llevó a la policía a arrestar en su propia casa a Gates por cargos de alteración del orden público, abriendo un debate en Estados Unidos sobre el presunto prejuicio racial de las autoridades policiales.
En realidad no hubo ningún intruso: Gates intentaba abrir a la fuerza su puerta, que se había trabado. El profesor protestó por el accionar de los policías y fue arrestado, aunque luego los cargos contra él fueron desechados.
Whalen no ha hecho declaraciones, pero el comunicado emitido el domingo por su abogada, Wendy Murphy, dice que ella sólo vio a los dos hombres de espalda y no tenía información sobre su raza cuando hizo la llamada.
Murphy dijo que Whalen alertó a las autoridades porque habían ocurrido varios asaltos en la zona y no porque observó que los dos hombres en la entrada de la casa eran negros.
"Contrario a los que se ha dicho en diversos informes que indican que 'una mujer blanca' llamó al (número de urgencias) 911 y reportó que dos 'hombres negros' trataban de entrar a la casa del señor Gates, la mujer, de piel morena y ascendencia portuguesa le dijo al operador del 911 que vio 'dos hombres' en la vivienda", dice el comunicado de Murphy.
Haas dijo al diario The Boston Globe que Whalen especuló que eran dos hispanos pero que está claro que "no sabía con certeza la raza de los hombres".
El comisionado reconoció que en el reporte policial se dice que la persona que llamó dijo ver "lo que parecían ser dos hombres negros", pero agregó que no necesariamente estaba basado en la llamada original.
Quienes apoyan a Gates dicen que éste fue arrestado por el sargento James Crowley porque las autoridades aplican un etiquetamiento racial. El debate tomó relevancia nacional cuando el presidente Barack Obama dijo que la policía "actuó estúpidamente".
El presidente Barack Obama intentó calmar el viernes la controversia racial y reconoció que había elegido mal su manera de expresarse sobre el arresto del profesor negro al decir que "podría haber calibrado esas palabras de distinta manera".
El viernes, Obama dijo que seguía creyendo que tanto el sargento James Crowley como Gates reaccionaron de manera excesiva durante el incidente, pero que también sus propias declaraciones tuvieron algo de culpa.