Panamá.- Chile, Panamá y El Salvador son los tres países de América Latina con más presos por cada 100.000 habitantes, según un informe presentado hoy por el Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente (ILANUD).
Con 318 presos por cada 100.000 habitantes, Chile es el país latinoamericano con una tasa más alta de encarcelados, seguido por Panamá con 275, según el documento, difundido en una rueda de prensa en la capital panameña por el director del ILANUD, Elías Carranza.
Según este documento, que recoge información del año 2008, El Salvador, Uruguay y Brasil se encuentran también entre los cinco primeros puestos, con 258, 231 y 226 presos por cada 100.000 habitantes, respectivamente.
Bolivia, con una tasa de 85 reos por cada 100.000 habitantes, es el país con menos reclusos, mientras que Guatemala (88), Paraguay (100), Ecuador (118) y Nicaragua (120) están también en la cola de los países de América Latina en cuanto a presos por habitante.
"Con la justicia penal hay que solucionar los problemas penales, pero cuando tenemos más del 50 por ciento de pobreza no podemos resolver los problemas sociales con justicia penal", señaló Carranza.
El director del ILANUD destacó que la desigual distribución de los ingresos entre la población es una de las principales causas de delito de los países de América Latina y rechazó atribuir el aumento de la inseguridad solamente a la "pérdida de valores".
Puso como ejemplo a Guatemala y a Estados Unidos, dos países del continente americano con pena de muerte y con los índices de homicidio más altas.
"Poniendo la pena extrema no vamos a reducir la criminalidad, si queremos mejorar la sociedad en su conjunto hay que tener una justicia sensata", añadió Carranza, quien abogó por un "uso más coherente" de la prisión preventiva y las condenas.
Según un informe de la Defensoría del Pueblo de Panamá presentado en la misma rueda de prensa, en la actualidad el país mantiene a 386 personas detenidas por cada 100.000 habitantes, representando uno de los índice más altos de América Latina.
El hacinamiento en las cárceles panameñas es del 157 por ciento, lo que supera el índice crítico del 120 por ciento, un inconveniente para conseguir la "resocialización", el objetivo principal de las condenas, aseguró el Defensor del Pueblo de Panamá, Ricardo Julio Vargas.
Por su parte, la abogada de la Corte Interamericana de Derechos Humanos Romina Sijniensky explicó que su institución ha detectado en las cárceles de América Latina casos de "muertes violentas, superpoblación, hacinamiento, celdas sin luz o ventilación natural, aislamientos prolongados e incomunicación".
Con 318 presos por cada 100.000 habitantes, Chile es el país latinoamericano con una tasa más alta de encarcelados, seguido por Panamá con 275, según el documento, difundido en una rueda de prensa en la capital panameña por el director del ILANUD, Elías Carranza.
Según este documento, que recoge información del año 2008, El Salvador, Uruguay y Brasil se encuentran también entre los cinco primeros puestos, con 258, 231 y 226 presos por cada 100.000 habitantes, respectivamente.
Bolivia, con una tasa de 85 reos por cada 100.000 habitantes, es el país con menos reclusos, mientras que Guatemala (88), Paraguay (100), Ecuador (118) y Nicaragua (120) están también en la cola de los países de América Latina en cuanto a presos por habitante.
"Con la justicia penal hay que solucionar los problemas penales, pero cuando tenemos más del 50 por ciento de pobreza no podemos resolver los problemas sociales con justicia penal", señaló Carranza.
El director del ILANUD destacó que la desigual distribución de los ingresos entre la población es una de las principales causas de delito de los países de América Latina y rechazó atribuir el aumento de la inseguridad solamente a la "pérdida de valores".
Puso como ejemplo a Guatemala y a Estados Unidos, dos países del continente americano con pena de muerte y con los índices de homicidio más altas.
"Poniendo la pena extrema no vamos a reducir la criminalidad, si queremos mejorar la sociedad en su conjunto hay que tener una justicia sensata", añadió Carranza, quien abogó por un "uso más coherente" de la prisión preventiva y las condenas.
Según un informe de la Defensoría del Pueblo de Panamá presentado en la misma rueda de prensa, en la actualidad el país mantiene a 386 personas detenidas por cada 100.000 habitantes, representando uno de los índice más altos de América Latina.
El hacinamiento en las cárceles panameñas es del 157 por ciento, lo que supera el índice crítico del 120 por ciento, un inconveniente para conseguir la "resocialización", el objetivo principal de las condenas, aseguró el Defensor del Pueblo de Panamá, Ricardo Julio Vargas.
Por su parte, la abogada de la Corte Interamericana de Derechos Humanos Romina Sijniensky explicó que su institución ha detectado en las cárceles de América Latina casos de "muertes violentas, superpoblación, hacinamiento, celdas sin luz o ventilación natural, aislamientos prolongados e incomunicación".