Su primera presentación como la "reina del pop" fue en un karaoke de Santiago de Chile cuando tenía 15 años. Más tarde se lanzó como imitador profesional, develando no sólo su identidad sexual frente a su familia sino también sus dotes histriónicos frente a sus amigos.
Tras ocho años de carrera profesional -y de gastar más de 16 mil dólares al año en vestuario y accesorios- el devoto imitador de la cantante norteamericana, llega a ganar unos 800 dólares en cada presentación, informó el sitio británico Daily Mail. Además, Figueroa se convirtió en una suerte de mediática, pero versión local: "Vivo la vida de una super estrella", cuenta orgulloso, y agrega: "La gente se arremolina a mi alrededor y hasta tratan de agarrar mi cola".
"Soy tan bueno imitando a Madonna que algunas personas no se dan cuenta de cuál es la verdadera y cuál no. Ni siquiera se dan cuenta que soy un hombre", comentó al sitio Figueroa, quien vive junto a su pareja en Santiago de Chile. La suma no es desdeñable si se tiene en cuenta que hace unas tres presentaciones semanales y llegar a tocar frente a 20 mil personas. Al año, además de la cantidad de público, Figueroa acumula 81.575 dólares por sus presentaciones.
Para Figueroa, interpretar a "la reina del pop" es un sueño hecho realidad. "Ella es la Marilyn Monroe moderna", explica el hombre, calzado con los stilettos y enfundado en el estrecho traje de lycra violeta semejante al que Madonna usó en su última gira, Sticky and Sweet Tour.
"Ser Madonna me completa", explica con devoción Figueroa, "sobre el escenario soy ella y dejo atrás a Elías. Es la fantasía de todo hombre gay el ser tan glamoroso y vivir este estilo de vida como una celebridad", concluye.
Tras ocho años de carrera profesional -y de gastar más de 16 mil dólares al año en vestuario y accesorios- el devoto imitador de la cantante norteamericana, llega a ganar unos 800 dólares en cada presentación, informó el sitio británico Daily Mail. Además, Figueroa se convirtió en una suerte de mediática, pero versión local: "Vivo la vida de una super estrella", cuenta orgulloso, y agrega: "La gente se arremolina a mi alrededor y hasta tratan de agarrar mi cola".
"Soy tan bueno imitando a Madonna que algunas personas no se dan cuenta de cuál es la verdadera y cuál no. Ni siquiera se dan cuenta que soy un hombre", comentó al sitio Figueroa, quien vive junto a su pareja en Santiago de Chile. La suma no es desdeñable si se tiene en cuenta que hace unas tres presentaciones semanales y llegar a tocar frente a 20 mil personas. Al año, además de la cantidad de público, Figueroa acumula 81.575 dólares por sus presentaciones.
Para Figueroa, interpretar a "la reina del pop" es un sueño hecho realidad. "Ella es la Marilyn Monroe moderna", explica el hombre, calzado con los stilettos y enfundado en el estrecho traje de lycra violeta semejante al que Madonna usó en su última gira, Sticky and Sweet Tour.
"Ser Madonna me completa", explica con devoción Figueroa, "sobre el escenario soy ella y dejo atrás a Elías. Es la fantasía de todo hombre gay el ser tan glamoroso y vivir este estilo de vida como una celebridad", concluye.