El lanzador mayagüezano, de 26 años, se convirtió en el tercer puertorriqueño que lanza un partido sin hits en las Grandes Ligas cuando condujo a los Gigantes a un triunfo vía blanqueada 8-0 ante los Padres. Fue el primer no-hitter de la campaña de 2009 y el último desde que el pitcher venezolano de los Cachorros de Chicago, Carlos Zambrano, lo consiguió en septiembre del año pasado ante los Astros de Houston.
Sánchez se unió a John Candelaria (Piratas de Pittsburgh) y a Juanchi Nieves (Cerveceros de Milwaukee), quienes también lograron la gesta en 1976 y 1987, respectivamente. Curiosamente, anoche el receptor regular de los Gigantes, el boricua Bengie Molina, no fue quien le recibió el partido a su compatriota, sino el suplente Eli Whiteside.
El zurdo necesitó 110 lanzamientos, de los que 77 fueron strikes, para completar el partido sin hits. No regaló bases por bolas y ponchó a 11 jugadores de los Padres.
Sánchez (3-8) llevó un juego perfecto hasta la octava entrada cuando, con un out, el tercera base Juan Uribe pifió un batazo de Chase Headley que permitió que se embasara. Sánchez pareció perder un poco la concentración y tiró un lanzamiento salvaje con el que Headley avanzó a segunda base, pero luego se recompuso y cerró la entrada sin mayores problemas, aunque perdió el juego perfecto.
En la novena, y tras un out, Edgar González pegó un largo batazo al jardín central que parecía una amenaza al no-hitter, pero Aaron Rowand logró una atrapada espectacular para preservar el partido sin hits.
Sánchez se unió a John Candelaria (Piratas de Pittsburgh) y a Juanchi Nieves (Cerveceros de Milwaukee), quienes también lograron la gesta en 1976 y 1987, respectivamente. Curiosamente, anoche el receptor regular de los Gigantes, el boricua Bengie Molina, no fue quien le recibió el partido a su compatriota, sino el suplente Eli Whiteside.
El zurdo necesitó 110 lanzamientos, de los que 77 fueron strikes, para completar el partido sin hits. No regaló bases por bolas y ponchó a 11 jugadores de los Padres.
Sánchez (3-8) llevó un juego perfecto hasta la octava entrada cuando, con un out, el tercera base Juan Uribe pifió un batazo de Chase Headley que permitió que se embasara. Sánchez pareció perder un poco la concentración y tiró un lanzamiento salvaje con el que Headley avanzó a segunda base, pero luego se recompuso y cerró la entrada sin mayores problemas, aunque perdió el juego perfecto.
En la novena, y tras un out, Edgar González pegó un largo batazo al jardín central que parecía una amenaza al no-hitter, pero Aaron Rowand logró una atrapada espectacular para preservar el partido sin hits.
F/Primera Hora