
Fuentes cercanas a lo que se discutió en ambos comités de Inteligencia del Congreso, citadas por el diario The New York Times, han insistido en que ese plan antiterrorista no está relacionado con el polémico programa sobre detenciones e interrogatorios de la CIA, que incluye el waterboarding o asfixia simulada.
Como excusa para fabricar semejante plan y mantenerlo fuera del escrutinio del Congreso, sus arquitectos alegaron el temor a nuevos atentados y a que cualquier filtración pudiera provocar nuevos ataques por parte de Al Qaeda. Las fuentes mencionadas por la prensa norteamericana afirman que la existencia de ese programa no le fue comunicado siquiera verbalmente a lo que se conoce como "la banda de los ocho", en referencia a los líderes republicanos y demócratas de ambas cámaras del Congreso y de sus comités de Inteligencia.
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