Betancourt, ex rehén de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), inició el año pasado, poco después de su rescate, las gestiones del divorcio bajo la justificación de "separación de cuerpos de hecho".
También se indica que otra de las causas de la ruptura sería el "incumplimiento de los deberes conyugales". El proceso "es un debate de dignidad" y podría ser el caso de Lecompte, señala la revista Caras en su última edición.
Explica que éste, "después de ofrecer canjearse por su esposa, de tatuarse su rostro en un hombro, y de cargar con su figura por el país y el mundo, lo único que recibió de ella tras su rescate, como fue evidente en el aeropuerto el día de su liberación, fue ingratitud".
Añade que en el proceso de la separación legal, "lo que en un principio parecía sencillo, se ha convertido en un proceso de demandas y contrademandas" de las partes.
Más atrás del dolor inicial de la separación por el secuestro están los días felices de la pareja que decidió, el 30 de enero de 1997, unirse en matrimonio civil en la isla polinesia de Mourea.
Betancourt, una vez que fue liberada por el Ejército colombiano en la famosa Operación Jaque el 2 de julio del año pasado junto a tres estadounidenses y once soldados y policías, todos rehenes de las FARC, se fue a vivir a París sin Lecompte.
También se indica que otra de las causas de la ruptura sería el "incumplimiento de los deberes conyugales". El proceso "es un debate de dignidad" y podría ser el caso de Lecompte, señala la revista Caras en su última edición.
Explica que éste, "después de ofrecer canjearse por su esposa, de tatuarse su rostro en un hombro, y de cargar con su figura por el país y el mundo, lo único que recibió de ella tras su rescate, como fue evidente en el aeropuerto el día de su liberación, fue ingratitud".
Añade que en el proceso de la separación legal, "lo que en un principio parecía sencillo, se ha convertido en un proceso de demandas y contrademandas" de las partes.
Más atrás del dolor inicial de la separación por el secuestro están los días felices de la pareja que decidió, el 30 de enero de 1997, unirse en matrimonio civil en la isla polinesia de Mourea.
Betancourt, una vez que fue liberada por el Ejército colombiano en la famosa Operación Jaque el 2 de julio del año pasado junto a tres estadounidenses y once soldados y policías, todos rehenes de las FARC, se fue a vivir a París sin Lecompte.