La información fue suministrada por Edwin Abreú, dirigente comunitario y director del Poder de Miami, quien formó parte activa en la búsqueda de recursos económicos para costear los gastos del internamiento y posterior asistencia médica de la menor.
Bialeska Ovando de once años de edad, ingresó el pasado 23 de febrero al hospital Holtz en Miami, con la finalidad de reubicarle varias arterias que estaban en posición incorrecta, según los médicos que le asistieron. Estos defectos coronarios limitaban el flujo sanguíneo y de aire por el cuerpo de la menor, lo que a su vez impedía que ella pudiera realizar esfuerzos físicos.
Eliot Rosenkranz, cirujano a cargo del caso en el referido centro hospitalario, indicó que a Bialeska Ovando se le practicó un procedimiento denominado Rastelli, mediante el cual se reorganiza la sangre del corazón para que ésta fluya a las arterias apropiadas y distribuya el oxígeno por todo el cuerpo.
El médico expresó que "las estadísticas muestran que al menos dos de cada cien casos pueden fallar. Lamentablemente en esta oportunidad, la niña Ovando pasó a ser parte de las estadísticas negativas". Bialezka debió ser intervenida dos veces ya que el primer intento no funcionó a causa de complicaciones surgidas por secreción de flujo en los pulmones de la menor.
Las complicaciones tanto del corazón como de los pulmones desencadenaron una series de fallas en sus riñones, el hígado y otros órganos vitales, incluyendo dos paros cardíacos, conforme a los médicos que le atendieron.
Bialeska Ovando de once años de edad, ingresó el pasado 23 de febrero al hospital Holtz en Miami, con la finalidad de reubicarle varias arterias que estaban en posición incorrecta, según los médicos que le asistieron. Estos defectos coronarios limitaban el flujo sanguíneo y de aire por el cuerpo de la menor, lo que a su vez impedía que ella pudiera realizar esfuerzos físicos.
Eliot Rosenkranz, cirujano a cargo del caso en el referido centro hospitalario, indicó que a Bialeska Ovando se le practicó un procedimiento denominado Rastelli, mediante el cual se reorganiza la sangre del corazón para que ésta fluya a las arterias apropiadas y distribuya el oxígeno por todo el cuerpo.
El médico expresó que "las estadísticas muestran que al menos dos de cada cien casos pueden fallar. Lamentablemente en esta oportunidad, la niña Ovando pasó a ser parte de las estadísticas negativas". Bialezka debió ser intervenida dos veces ya que el primer intento no funcionó a causa de complicaciones surgidas por secreción de flujo en los pulmones de la menor.
Las complicaciones tanto del corazón como de los pulmones desencadenaron una series de fallas en sus riñones, el hígado y otros órganos vitales, incluyendo dos paros cardíacos, conforme a los médicos que le atendieron.