Entonces, junto con un amiguete que se hacía pasar por el sobrino de la anciana, se dirigía a la oficina correspondiente para cobrar una pensión que, si viviera, le hubiera correspondido a su santa madre.110.000 dólares habían ganado ya con esa hábil estratagema, pero algún error debieron cometer porque, al detectar irregularidades jurídicas, las autoridades citaron a la anciana y Parkin, que se presentó con su disfraz habitual, fue desenmascarado por los sagaces agentes de la ley.
Sucedió en Brooklin, New York y se ha fijado una fianza de un millón de dólares para cada uno de los acusados, que pueden llegar a ser condenados a 25 años de prisión.
