
Basándose en estudios técnicos, los oficiales recomendaron otro sistema que consideraban superior al adquirido a la firma Alfonso Jaramillo y Cía., cuyo propietario, Felipe Jaramillo Samper, es el mejor amigo de Santos.
Mediante un convenio entre el gobierno de Estados Unidos y Colombia, la compra había sido adjudicada a la firma de Jaramillo por el ministro que antecedió a Santos. Su objetivo fue adquirir equipos de detección térmica con rayos infrarrojos para ser instalados en aeronaves.
Por decisión expresa de Santos, el negocio con la empresa de Jaramillo no se modificó.
Este y otros contratos son motivo de una investigación por presunto favoritismo que adelanta la Oficina Anticorrupción de la Presidencia de Colombia, según lo confirmó a El Nuevo Herald en abril el director de esa oficina, Oscar Ortiz.
"Los planteamientos de esos papeles [denuncias] son completamente delicados'', dijo Ortiz. ‘‘Hay aspectos de operaciones muy importantes de seguridad. No es un asunto para engavetar (...) por lo delicado de la materia, estoy trabajando a todo vapor'', agregó.
El Nuevo Herald se comunicó el viernes con la oficina de Ortiz para conocer el estado de la investigación, pero su asistente informó que no se encontraba en Bogotá.