A esa página había accedido antes su madre para comprar varios juguetes infantiles. Cuando pulsó el botón del mouse, la pequeña dio su visto bueno a adquirir con la tarjeta de crédito de su madre la excavadora, el producto que entonces estaba seleccionado.En cuanto la madre consultó de nuevo a la pc, se dio cuenta de lo ocurrido y llamó a la compañía de subastas, que accedió a devolverle su dinero.
