
Los policías solicitaron ayuda urgente de los servicios sanitarios y hasta su llegada efectuaron prácticas de reanimación al bebé.
Una vez personado el personal del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) sólo pudo certificar la defunción del bebé, al parecer a causa de la denominada "muerte súbita".
Mientras se estaban desarrollando estas actuaciones y se recaban datos de lo sucedido, uno de los policías acompañó a la mujer y a un hermano de la misma hasta el cuarto piso para recoger la documentación médica necesaria para llevar cabo los trámites pertinentes.
Una vez en la vivienda, de forma inesperada y muy rápida, la mujer se encerró en su habitación y se arrojó al vacío desde la ventana, sorprendiendo a su propio hermano y al agente, que no pudieron hacer nada para evitarlo.
La mujer fue asistida en la vía pública de forma urgente y trasladada con vida al Hospital de Cabueñes, donde permanece en estado crítico.