Atacan a batazos a fotorreportero Víctor Calvo de LISTÍN DIARIO
Calvo, con riesgo de perder la visión del ojo izquierdo a causa de la golpiza, fue atendido por varios especialistas.Según su versión del hecho, él compartía con unos amigos en uno de los centros de Megacentro en el municipio Santo Domingo Este, cuando apareció un amigo de una de las muchachas que estaban en el grupo, chofer de carro público de la ruta Charles de Gaulle-carretera Mella, se unió a ellos. Al momento de marcharse del lugar, Calvo se dispuso a llevar a los amigos en su carro a sus casas y el referido chofer los siguió.
El fotorreportero detuvo la marcha de su automóvil y le preguntó que por qué lo seguía. La actitud del sujeto, según refirió Calvo, fue la de vociferarle algunas palabras descompuestas, luego dar reversa y embestir con saña la parte trasera del vehículo de los jóvenes. Luego aceleró, dio la vuelta y, en disposición de embestirlo nuevamente, Calvo maniobró y logró esquivar el golpe.
Conmocionado por la embestida, el fotógrafo decidió seguirlo cuando el agresor aceleró la marcha.
Luego se detuvo y aparecieron otros tres hombres, también de la ruta, y el agresor le dijo, riendo socarronamente: “¿Tú te cree que yo taba solo, buen palomo?”. Al instante extrajo de su carro un bate de béisbol y sin esperar palabras de parte del agredido, se lanzó en una tanda de batazos. Los otros tres se unieron al coro de violencia y una lluvia de golpes lo hizo morder el piso. Luego apareció un policía y terminó la agresión.
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El fotorreportero detuvo la marcha de su automóvil y le preguntó que por qué lo seguía. La actitud del sujeto, según refirió Calvo, fue la de vociferarle algunas palabras descompuestas, luego dar reversa y embestir con saña la parte trasera del vehículo de los jóvenes. Luego aceleró, dio la vuelta y, en disposición de embestirlo nuevamente, Calvo maniobró y logró esquivar el golpe.
Conmocionado por la embestida, el fotógrafo decidió seguirlo cuando el agresor aceleró la marcha.
Luego se detuvo y aparecieron otros tres hombres, también de la ruta, y el agresor le dijo, riendo socarronamente: “¿Tú te cree que yo taba solo, buen palomo?”. Al instante extrajo de su carro un bate de béisbol y sin esperar palabras de parte del agredido, se lanzó en una tanda de batazos. Los otros tres se unieron al coro de violencia y una lluvia de golpes lo hizo morder el piso. Luego apareció un policía y terminó la agresión.
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