Las declaraciones de A-Rod ante los medios no parecen haber dejado cabos sueltos
Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": independientemente de que diga la verdad o no, de que se le crea o se piense que mintió, la esperada conferencia de prensa de Alex Rodríguez en el campo de entrenamiento de los Yankees en Tampa fue la medida perfecta para "aterrizar" los cabos que habían quedado sueltos y no meterse en problemas con la justicia.
Disfrazado como un evento para seguir catalogándose a sí mismo como "estúpido" e "ingenuo", el motivo principal del mismo fue cerrar contundentemente las puertas que habían quedado abiertas luego de la entrevista con Peter Gammons, de ESPN, la semana pasada.
Y lo hizo magistralmente. Si habían quedado un par de puntos de duda, de dónde se podría comenzar a halar un hilo que inmiscuyera a autoridades gubernamentales, A-Rod los ha cerrado por completo al declarar que fue su primo quien compró directamente en una tienda de la República Dominicana las sustancias prohibidas, siendo él mismo quien las trasladó hasta Estados Unidos, se las suministró siguiendo sus órdenes y de nadie más, y quien le guardó el secreto durante casi ocho años, hasta que alguien descubrió que había un positivo "flotando" en el ambiente.
Es la coartada perfecta. El primo, que permanecerá en el anonimato, que seguramente ni siquiera deambula por las calles de alguna ciudad norteamericana, sino que ha regresado a algún recóndito sitio de la República Dominicana y de quien, solamente faltó decir que vive como Robinson Crusoe, en una isla desierta y aislado del mundo, en compañía de su servidor "Viernes".
El dato que había faltado en la entrevista con Gammons, del que las autoridades podrían comenzar a indagar, ha quedado aclarado totalmente y no hay forma de que represente peligro alguno para la situación de A-Rod como ciudadano. Si en realidad sucedió así, sólo él lo sabrá, pero sus argumentos por lo pronto han cumplido con su cometido.
Para Alex, el caso puede estar cerrado. Ha quedado protegido por todos lados en cuanto a su situación legal, pero la verdad es que esa novela está lejos de terminar. No olvidemos que en un par de meses se publicará el libro de su biografía no autorizada, escrito por Selena Roberts, la misma periodista que "destapó la cloaca" hace un par de semanas, y el tema volverá a cobrar fuerza.
El siguiente juicio vendrá en cuanto se aproxime al récord de cuadrangulares de Barry Bonds y el juicio final será cuando cumpla cinco años de retirado y se le comience a negar el ingreso al Salón de la Fama.
Por otro lado, durante su lectura inicial, A-Rod confesó que en septiembre del 2004 fue precisamente Gene Orza, el jefe de operaciones de las Grandes Ligas, quien le hizo saber que estaba en la lista de los que habían arrojado positivo en los exámenes practicados por MLB. Así, A-Rod conoció la gravedad del problema. ¿Acaso será éste el único cabo suelto que dejó A-Rod en su disertación?
Sólo el tiempo lo dirá.
Disfrazado como un evento para seguir catalogándose a sí mismo como "estúpido" e "ingenuo", el motivo principal del mismo fue cerrar contundentemente las puertas que habían quedado abiertas luego de la entrevista con Peter Gammons, de ESPN, la semana pasada.
Y lo hizo magistralmente. Si habían quedado un par de puntos de duda, de dónde se podría comenzar a halar un hilo que inmiscuyera a autoridades gubernamentales, A-Rod los ha cerrado por completo al declarar que fue su primo quien compró directamente en una tienda de la República Dominicana las sustancias prohibidas, siendo él mismo quien las trasladó hasta Estados Unidos, se las suministró siguiendo sus órdenes y de nadie más, y quien le guardó el secreto durante casi ocho años, hasta que alguien descubrió que había un positivo "flotando" en el ambiente.
Es la coartada perfecta. El primo, que permanecerá en el anonimato, que seguramente ni siquiera deambula por las calles de alguna ciudad norteamericana, sino que ha regresado a algún recóndito sitio de la República Dominicana y de quien, solamente faltó decir que vive como Robinson Crusoe, en una isla desierta y aislado del mundo, en compañía de su servidor "Viernes".
El dato que había faltado en la entrevista con Gammons, del que las autoridades podrían comenzar a indagar, ha quedado aclarado totalmente y no hay forma de que represente peligro alguno para la situación de A-Rod como ciudadano. Si en realidad sucedió así, sólo él lo sabrá, pero sus argumentos por lo pronto han cumplido con su cometido.
Para Alex, el caso puede estar cerrado. Ha quedado protegido por todos lados en cuanto a su situación legal, pero la verdad es que esa novela está lejos de terminar. No olvidemos que en un par de meses se publicará el libro de su biografía no autorizada, escrito por Selena Roberts, la misma periodista que "destapó la cloaca" hace un par de semanas, y el tema volverá a cobrar fuerza.
El siguiente juicio vendrá en cuanto se aproxime al récord de cuadrangulares de Barry Bonds y el juicio final será cuando cumpla cinco años de retirado y se le comience a negar el ingreso al Salón de la Fama.
Por otro lado, durante su lectura inicial, A-Rod confesó que en septiembre del 2004 fue precisamente Gene Orza, el jefe de operaciones de las Grandes Ligas, quien le hizo saber que estaba en la lista de los que habían arrojado positivo en los exámenes practicados por MLB. Así, A-Rod conoció la gravedad del problema. ¿Acaso será éste el único cabo suelto que dejó A-Rod en su disertación?
Sólo el tiempo lo dirá.