Un miembro de los latin king acusado de la muerte de un dominicano chotea killao con los otros miembros
Se trata del ecuatoriano Robert Antonio V. D.,
alias «el Flaco», Se da la circunstancia de que está fugado desde el pasado mes de noviembre, cuando se fijó la fecha de la celebración de esta vista, que se tuvo que suspender por su ausencia. Fue el pasado 24 de noviembre. Desde entonces está declarado en rebeldía.
Sobre «el Flaco» pesa, además, una condena de 28 años de prisión por un crimen de las mismas características ocurrido dos meses antes (15/09/05) en la plaza Elíptica. Esa vez, la víctima fue el ecuatoriano Wilson Fernando Ríos Ordoñez, al que también atacaron por creer que era un «ñeta». En ese crimen participaron la mayoría de los que están acusados en el caso de Ureña.
La sentencia del huido y declarado en rebeldía no era firme, pues había sido recurrida. Lo llamativo del asunto es que, «el Flaco» se encontraba en libertad provisional, puesto que la Audiencia no había decretado su ingreso en prisión a tenor de la sentencia condenatoria que le definió como el instigador de la muerte del chico.
Entonces se consideró que su participación fue «colateral», y ni la fiscalía ni la acusación particular solicitaron su ingreso en prisión al no ver riesgo de fuga. Al parecer, vivía con su familia, trabajaba y acudía cada 15 días a firmar al juzgado como medida cautelar. Así lo indicó el fiscal que instruye este caso, el mismo que instruyó en su día el de Ríos Ordoñez.
Sin embargo, la situación dio un giro de 180º al anunciarse el n comienzo del juicio por el asesinato de Ureña en noviembre. Los abogados de otros acusados sospechan que el procesado viajó a su país de origen con pasaporte falso.
Ante estos hechos, la acusación ejercida por la familia del fallecido, «va a exigir explicaciones de porqué estando condenado estaba en libertad, y cuál ha sido la actividad de la justicia a fin de ejecutar la condena que tenía pendiente», indicó José María Garzón. No descarta tampoco pedir la responsabilidad civil subsidiaria del Estado, si se prueba que ha habido responsabilidad por parte del Ministerio de Justicia. Hasta ahí, lo ocurrido con este acusado, que como los otros once se enfrenta auna petición fiscal de 26 y 27 años de prisión por los delitos de asociación ilícita y asesinato.
En relación con los otros imputados, cinco de los cuales declararon ayer, destacó el testimonio de Fernando Guiovanny T.Y., alias «Bonus», en libertad y miembro de la Fuerzas Armadas, según su propio relato. Este, al igual que el resto de los que comparecieron, trató de echar balones fuera en todo momento.
Así, manifestó que él no pertenecía a los Latin King, que era un mero «simpatizante», es decir un miembro no activo del grupo que hacía méritos para entrar. pero que el día de los hechos (4/11/05) estaba con un amigo en el parque Bame y escuchó cómo planificaban una agresión para vengar el ataque que había sufrido días antes un miembro de la banda, Daniel Geovanny F. B., «Flo». a manos de los «ñetas».
«Hacían dibujos en la arena e iban a ir en cuatro grupos para cerrar y taponar la plaza de Ciudad Lineal (en donde ocurrió la mortal agresión a Ureña). Una persona por grupo tenía que llevar un arma blanca y el resto palos y objetos contundentes», indicó «Bono».
Agregó que los responsables de la banda «les amenazaron con «puyar» (apuñalarles) de no participar en el ataque. Sin embargo, indicó que «cuando él llegó a la plaza con la pata de una silla como arma, ya había acabado todo».Mas Titulares abajo>>
Sobre «el Flaco» pesa, además, una condena de 28 años de prisión por un crimen de las mismas características ocurrido dos meses antes (15/09/05) en la plaza Elíptica. Esa vez, la víctima fue el ecuatoriano Wilson Fernando Ríos Ordoñez, al que también atacaron por creer que era un «ñeta». En ese crimen participaron la mayoría de los que están acusados en el caso de Ureña.
La sentencia del huido y declarado en rebeldía no era firme, pues había sido recurrida. Lo llamativo del asunto es que, «el Flaco» se encontraba en libertad provisional, puesto que la Audiencia no había decretado su ingreso en prisión a tenor de la sentencia condenatoria que le definió como el instigador de la muerte del chico.
Entonces se consideró que su participación fue «colateral», y ni la fiscalía ni la acusación particular solicitaron su ingreso en prisión al no ver riesgo de fuga. Al parecer, vivía con su familia, trabajaba y acudía cada 15 días a firmar al juzgado como medida cautelar. Así lo indicó el fiscal que instruye este caso, el mismo que instruyó en su día el de Ríos Ordoñez.
Sin embargo, la situación dio un giro de 180º al anunciarse el n comienzo del juicio por el asesinato de Ureña en noviembre. Los abogados de otros acusados sospechan que el procesado viajó a su país de origen con pasaporte falso.
Ante estos hechos, la acusación ejercida por la familia del fallecido, «va a exigir explicaciones de porqué estando condenado estaba en libertad, y cuál ha sido la actividad de la justicia a fin de ejecutar la condena que tenía pendiente», indicó José María Garzón. No descarta tampoco pedir la responsabilidad civil subsidiaria del Estado, si se prueba que ha habido responsabilidad por parte del Ministerio de Justicia. Hasta ahí, lo ocurrido con este acusado, que como los otros once se enfrenta auna petición fiscal de 26 y 27 años de prisión por los delitos de asociación ilícita y asesinato.
En relación con los otros imputados, cinco de los cuales declararon ayer, destacó el testimonio de Fernando Guiovanny T.Y., alias «Bonus», en libertad y miembro de la Fuerzas Armadas, según su propio relato. Este, al igual que el resto de los que comparecieron, trató de echar balones fuera en todo momento.
Así, manifestó que él no pertenecía a los Latin King, que era un mero «simpatizante», es decir un miembro no activo del grupo que hacía méritos para entrar. pero que el día de los hechos (4/11/05) estaba con un amigo en el parque Bame y escuchó cómo planificaban una agresión para vengar el ataque que había sufrido días antes un miembro de la banda, Daniel Geovanny F. B., «Flo». a manos de los «ñetas».
«Hacían dibujos en la arena e iban a ir en cuatro grupos para cerrar y taponar la plaza de Ciudad Lineal (en donde ocurrió la mortal agresión a Ureña). Una persona por grupo tenía que llevar un arma blanca y el resto palos y objetos contundentes», indicó «Bono».
Agregó que los responsables de la banda «les amenazaron con «puyar» (apuñalarles) de no participar en el ataque. Sin embargo, indicó que «cuando él llegó a la plaza con la pata de una silla como arma, ya había acabado todo».Mas Titulares abajo>>
