Jan 13, 2009


Nació dos días después de la muerte de su madre

Aya Jayne Solimán no podría tener un nombre más adecuado: Aya es una palabra del Corán que significa “milagro” en árabe y Jayne era el nombre de su madre, quién murió dos días antes de que naciera. Los médicos declararon que Jayne Solimán tenía muerte cerebral, pero mantuvieron el corazón de la mujer de 41 años con vida el tiempo suficiente para poder practicarle una cesárea.

Después de un breve tratamiento con esteroides, los pulmones de Aya Jayne se prepararon lo mínimo e indispensable para salir al mundo, donde la esperaba su padre, Mahmoud Solimán, un egipcio de 29 años. Al nacer, Aya Jayne pesó menos de un kilo y medio, después de sólo 26 semanas de gestación.

El nacimiento se produjo en el hospital John Radcliffe, en Oxford, Inglaterra, a donde la mujer fue llevada en helicóptero desde Bracknell, donde la pareja vivía desde que se mudaran de los Emiratos Árabes, según publicó el sitio británico Daily Mail.

Nada indicaba que el embarazo fuera a terminar de una manera tan dramática. Pero el miércoles pasado la mujer, que daba clases de patinaje artístico sobre hielo, sufrió la ruptura de un vaso sanguíneo en la cabeza, lo que le causó la muerte.

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