Hermano de estelar pelotero delata que usó esteroides para batear jonrones
Jay McGwire señala que "el amor y el respeto'' hacia su mermano mayor es lo que le ha llevado a revelar lo que muchos sospechaban, que el gran jonronero había usado esteroides en la última parte de su carrera, cuando consiguió sus mejores marcas.
En su libro titulado "El secreto de la familia McGwire: La verdad sobre los esteroides, un jonronero y su redención final'', el hermano del pelotero explica las razones que llevaron a Mark a usar drogas de nuevo tipo. La obra ha sido rechazada por varias editoriales.
"Mark es un hombre que yo pienso le gustaría olvidar porque sus razones no fueron viles. Se trató de supervivencia'', escribe el menor de los McGwire.
McGwire, actualmente retirado luego de haber jugado con los Atléticos de Oakland y Cardenales de St. Louis, conectó 70 jonrones en la temporada de 1998 para quebrar el viejo récord de 61 cuadrangulares impuesto por Roger Maris en 1961.
Pero su momento de gloria fue breve, pues poco después comenzaron a perseguirlo las acusaciones de dopaje, algo que él nego repetidas veces, incluso ante una comisión del senado estadounidense que en el 2005 investigó el escándalo de los esteroides en las Grandes Ligas de béisbol.
Jay McGwire niega las revelaciones que hiciera en su libro el cubano José Canseco, quien asegura haber introducido a Mark McGwire en el mundo de los esteroides en la década de 1980, cuando ambos jugaban en los Atléticos.
Según el escritor, Mark McGwire no supo de sustancias dopantes hasta que su hermano Jay ganó un concurso de fisiculturismo en California, en 1994.
Según Jay McGwire, él introdujo a Mark en el mundo de las drogas de nuevo diseño desde entonces, cuando le llevó a San Francisco para presentarle a su proveedor y entrenador, quienes le explicaron como trabajarían las drogas en su organismo.
"Mark comenzó a usar la deca-durabolin (un esteroide) en bajas dosis para combatir sus problemas de articulaciones y recobrarse del esfuerzo físico, mientras la hormona de crecimiento le ayudó a fortalecerse'', indicó.
"Yo fui la primera persona que le inyectó, porque él no podía hacerlo la mayor parte de las veces. Después siguió haciéndolo una de sus novias'', abundó el McGwire escritor.
Jay McGwire reclama que él inició a su hermano en el uso de la androstenedione, el suplemento encontrado en la taquilla de Mark McGwire en 1998, mientras sostenía una dura porfía con el dominicano Sammy Sosa por el liderazgo de jonrones. El propio McGwire admitió haber tomado la sustancia. "Usar la andro le permitió a Mark evitar potenciales efectos secundarios que causan los esteroides anabólicos, como retención de agua, pérdida de cabellos y afecciones al hígado, el corazón y los riñones'', agregó.
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En su libro titulado "El secreto de la familia McGwire: La verdad sobre los esteroides, un jonronero y su redención final'', el hermano del pelotero explica las razones que llevaron a Mark a usar drogas de nuevo tipo. La obra ha sido rechazada por varias editoriales.
"Mark es un hombre que yo pienso le gustaría olvidar porque sus razones no fueron viles. Se trató de supervivencia'', escribe el menor de los McGwire.
McGwire, actualmente retirado luego de haber jugado con los Atléticos de Oakland y Cardenales de St. Louis, conectó 70 jonrones en la temporada de 1998 para quebrar el viejo récord de 61 cuadrangulares impuesto por Roger Maris en 1961.
Pero su momento de gloria fue breve, pues poco después comenzaron a perseguirlo las acusaciones de dopaje, algo que él nego repetidas veces, incluso ante una comisión del senado estadounidense que en el 2005 investigó el escándalo de los esteroides en las Grandes Ligas de béisbol.
Jay McGwire niega las revelaciones que hiciera en su libro el cubano José Canseco, quien asegura haber introducido a Mark McGwire en el mundo de los esteroides en la década de 1980, cuando ambos jugaban en los Atléticos.
Según el escritor, Mark McGwire no supo de sustancias dopantes hasta que su hermano Jay ganó un concurso de fisiculturismo en California, en 1994.
Según Jay McGwire, él introdujo a Mark en el mundo de las drogas de nuevo diseño desde entonces, cuando le llevó a San Francisco para presentarle a su proveedor y entrenador, quienes le explicaron como trabajarían las drogas en su organismo.
"Mark comenzó a usar la deca-durabolin (un esteroide) en bajas dosis para combatir sus problemas de articulaciones y recobrarse del esfuerzo físico, mientras la hormona de crecimiento le ayudó a fortalecerse'', indicó.
"Yo fui la primera persona que le inyectó, porque él no podía hacerlo la mayor parte de las veces. Después siguió haciéndolo una de sus novias'', abundó el McGwire escritor.
Jay McGwire reclama que él inició a su hermano en el uso de la androstenedione, el suplemento encontrado en la taquilla de Mark McGwire en 1998, mientras sostenía una dura porfía con el dominicano Sammy Sosa por el liderazgo de jonrones. El propio McGwire admitió haber tomado la sustancia. "Usar la andro le permitió a Mark evitar potenciales efectos secundarios que causan los esteroides anabólicos, como retención de agua, pérdida de cabellos y afecciones al hígado, el corazón y los riñones'', agregó.
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