Mensajes de texto le salvan la vida a joven
Según explicó MsF, el doctor David Nott, desplazado en la localidad congoleña de Rutshuru, nunca había realizado este tipo de operación y necesitó la ayuda del doctor Meirion Thomas, del hospital Royal Marsden de Londres, que le asistió desde el celular.
El paciente fue un joven de 16 años, que llegó al centro médico de RsF afirmando que un hipopótamo le había arrancado un brazo mientras pescaba.
Sólo tenía 15 centímetros de extremidad y debido a lo avanzado de la gangrena "sólo le quedaban dos o tres días de vida cuando le vi", explicó Nott, quien luego descubrió el joven realmente había perdido el brazo al verse en medio un tiroteo entre el ejército del Congo y las milicias antigubernamentales.
El facultativo llegó a la conclusión inmediata de que debía intervenirle, quitándole lo que le quedaba de húmero y el omóplato, una operación muy delicada por las implicaciones vasculares que tiene y que supone una gran pérdida de sangre del paciente.
Nott reconoce que tuvo dudas, "al pensar si debía dejar a un chico joven con sólo un brazo en medio de la guerra", pero que la urgencia de la situación le puso enseguida manos a la obra.
"Le envíe mensajes de texto (a Thomas) y él me respondió, con las instrucciones, paso a paso, sobre como hacerlo", relata.
La operación, que se llevó a cabo el pasado mes de octubre, fue un éxito, pese a que Nott sólo disponía de medio litro de sangre para transfundírsela al paciente y no disponía de una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para atenderle en el postoperatorio.
A la falta de UCI, el médico, que colabora en las misiones de MsF al menos una vez al año, se quedó junto a la cama del paciente y siguió su evolución hasta asegurarse de que estaba estabilizado.
El joven, que se ha recuperado bien, es un afortunado, porque "sólo hay dos o tres cirujanos en un país como el Reino Unido capaces de hacer una operación así. Fue una cuestión de suerte que yo estuviera allí y que pudiera hacerlo", dijo Nott.
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El paciente fue un joven de 16 años, que llegó al centro médico de RsF afirmando que un hipopótamo le había arrancado un brazo mientras pescaba.
Sólo tenía 15 centímetros de extremidad y debido a lo avanzado de la gangrena "sólo le quedaban dos o tres días de vida cuando le vi", explicó Nott, quien luego descubrió el joven realmente había perdido el brazo al verse en medio un tiroteo entre el ejército del Congo y las milicias antigubernamentales.
El facultativo llegó a la conclusión inmediata de que debía intervenirle, quitándole lo que le quedaba de húmero y el omóplato, una operación muy delicada por las implicaciones vasculares que tiene y que supone una gran pérdida de sangre del paciente.
Nott reconoce que tuvo dudas, "al pensar si debía dejar a un chico joven con sólo un brazo en medio de la guerra", pero que la urgencia de la situación le puso enseguida manos a la obra.
"Le envíe mensajes de texto (a Thomas) y él me respondió, con las instrucciones, paso a paso, sobre como hacerlo", relata.
La operación, que se llevó a cabo el pasado mes de octubre, fue un éxito, pese a que Nott sólo disponía de medio litro de sangre para transfundírsela al paciente y no disponía de una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para atenderle en el postoperatorio.
A la falta de UCI, el médico, que colabora en las misiones de MsF al menos una vez al año, se quedó junto a la cama del paciente y siguió su evolución hasta asegurarse de que estaba estabilizado.
El joven, que se ha recuperado bien, es un afortunado, porque "sólo hay dos o tres cirujanos en un país como el Reino Unido capaces de hacer una operación así. Fue una cuestión de suerte que yo estuviera allí y que pudiera hacerlo", dijo Nott.
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