La gente tiene esa vieja costumbre de morir, solía decir el escritor Jorge Luis Borges. Y este año que ya casi es historia, fue testigo del adiós de varias personalidades, algunas más conocidas que otras.Como el genial ajedrecista Bobby Fischer, quien en 1972 se convirtió en el primer norteamericano en coronarse campeón del mundo. Tras aquella memorable partida contra Boris Spassky, Fischer se recluyó y en 1992, luego de un "rematch", nunca más regresó a su país. Murió el 17 de enero a los 64 años.
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