Asesinan coronel médico (r) FAD y sargento MDG para robarles
Los muertos son el coronel médico Néstor Guaroa Santana Aquino, de 58 años, quien residía junto varios familiares en la calle Juan de Morfa 75, en el sector de Villa Consuelo, y el sargento Angel Miró Sena Boció, de quien se desconocen sus datos personales.
Santana Aquino era propietario de la farmacia Cayera, ubicada en la esquina de las calles Barahona y Abreu, en el barrio San Carlos, frente al juzgado de paz de ese lugar.
El médico militar era muy apreciado en San Carlos, donde tenía la farmacia, debido a su altruismo y desprendimiento con los residentes en ese sector.
“Aquí nadie se iba sin su medicina si no tenía el dinero”, dijo Miguel Angel Quezada, un antiguo combatiente constitucionalista residente en San Carlos.
Según versiones, el coronel médico fue asaltado alrededor de las 12:10 de la noche por varios hombres que según versiones, viajaban en un carro verde, en el cual pasaron varias veces por la esquina de las calles Juan de Morfa y Luis C. del Castillo.
Santana Aquino departía con varios amigos en el puesto de venta de comida rápida “Bebo Pica Longa”, en la calle Juan Pablo Pina, cuando los desconocidos llegaron al lugar y lo encañonaron despojándolo de su pistola de reglamento, una cadena y un guillo.
Tras ser despojado de sus pertenencias, el coronel Santana Aquino enfrentó a los asaltantes, uno de los cuales le disparó varias veces hiriéndolo en las piernas.
El oficial fue trasladado a un centro médico y murió en el trayecto a causa de una perforación en la vena femoral que le provocó una hemorragia masiva, según un certificado del médico legista actuante en el caso.
El oficial de la Fuerza Aérea, nativo de Santo Domingo, era divorciado, padre de dos y miembro de una familia de seis hermanos muy queridos y apreciados en el sector Villa Consuelo, donde viven desde hace muchos años.
Decenas de familiares, amigos y allegados lamentaban hoy la muerte del oficial médico, quien se caracterizaba por ser una persona humilde que compartía con todos, muy dado a resolver problemas médicos y de dinero a cualquier persona, aún sin conocerla.
El médico militar había prestado servicio en el hospital Ramón de Lara, en la base aérea de San Isidro, en el Hospital Central de las Fuerzas Armadas y en varias clínicas privadas.
En relación al sargento de la Marina de Guerra se informó que caminaba por el kilómetro 24 de la autopista Las Américas, cuando varios desconocidos se le acercaron y lo encañonaron para despojarlo de los objetos de valor que llevaba.
Sena Boció se resistió y enfrentó a los asaltantes, uno de los cuales le disparó a la cabeza causándole la muerte.
La oficina de relaciones públicas de la Policía dijo que el hecho ocurrió a las 12:40 de esta madrugada.
Miembros de la Dirección de Investigaciones Criminales investigan los dos crímenes, ocurridos con una diferencia de media hora.
Una fuente confiable informó que investigadores de Homicidios de la Policía sospechan que los homicidas del coronel médico podrían ser localizados en las próximas horas.
Se sospecha que por lo menos uno de los participantes en el crimen es residente en San Carlos, donde el vehículo usado en el hecho había sido visto en varias ocasiones.
Mientras tanto, en el caso del sargento de la Marina de Guera asesinado se sospecha que fue ultimado por residentes en la zona este de Santo Domingo.
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Santana Aquino era propietario de la farmacia Cayera, ubicada en la esquina de las calles Barahona y Abreu, en el barrio San Carlos, frente al juzgado de paz de ese lugar.
El médico militar era muy apreciado en San Carlos, donde tenía la farmacia, debido a su altruismo y desprendimiento con los residentes en ese sector.
“Aquí nadie se iba sin su medicina si no tenía el dinero”, dijo Miguel Angel Quezada, un antiguo combatiente constitucionalista residente en San Carlos.
Según versiones, el coronel médico fue asaltado alrededor de las 12:10 de la noche por varios hombres que según versiones, viajaban en un carro verde, en el cual pasaron varias veces por la esquina de las calles Juan de Morfa y Luis C. del Castillo.
Santana Aquino departía con varios amigos en el puesto de venta de comida rápida “Bebo Pica Longa”, en la calle Juan Pablo Pina, cuando los desconocidos llegaron al lugar y lo encañonaron despojándolo de su pistola de reglamento, una cadena y un guillo.
Tras ser despojado de sus pertenencias, el coronel Santana Aquino enfrentó a los asaltantes, uno de los cuales le disparó varias veces hiriéndolo en las piernas.
El oficial fue trasladado a un centro médico y murió en el trayecto a causa de una perforación en la vena femoral que le provocó una hemorragia masiva, según un certificado del médico legista actuante en el caso.
El oficial de la Fuerza Aérea, nativo de Santo Domingo, era divorciado, padre de dos y miembro de una familia de seis hermanos muy queridos y apreciados en el sector Villa Consuelo, donde viven desde hace muchos años.
Decenas de familiares, amigos y allegados lamentaban hoy la muerte del oficial médico, quien se caracterizaba por ser una persona humilde que compartía con todos, muy dado a resolver problemas médicos y de dinero a cualquier persona, aún sin conocerla.
El médico militar había prestado servicio en el hospital Ramón de Lara, en la base aérea de San Isidro, en el Hospital Central de las Fuerzas Armadas y en varias clínicas privadas.
En relación al sargento de la Marina de Guerra se informó que caminaba por el kilómetro 24 de la autopista Las Américas, cuando varios desconocidos se le acercaron y lo encañonaron para despojarlo de los objetos de valor que llevaba.
Sena Boció se resistió y enfrentó a los asaltantes, uno de los cuales le disparó a la cabeza causándole la muerte.
La oficina de relaciones públicas de la Policía dijo que el hecho ocurrió a las 12:40 de esta madrugada.
Miembros de la Dirección de Investigaciones Criminales investigan los dos crímenes, ocurridos con una diferencia de media hora.
Una fuente confiable informó que investigadores de Homicidios de la Policía sospechan que los homicidas del coronel médico podrían ser localizados en las próximas horas.
Se sospecha que por lo menos uno de los participantes en el crimen es residente en San Carlos, donde el vehículo usado en el hecho había sido visto en varias ocasiones.
Mientras tanto, en el caso del sargento de la Marina de Guera asesinado se sospecha que fue ultimado por residentes en la zona este de Santo Domingo.
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