Antes de dejar la Casa Blanca en manos del ganador de las elecciones del próximo 4 de noviembre, se dieron a conocer los bushismos, es decir, las frases célebres de sus discursos. Cuando habla en público, Bush usa palabras que ni siquiera existen en inglés para decir cosas que ni siquiera quedan claras, como por ejemplo cuando se la mentó porque “muchísimos ginecólogos no pueden practicar su amor con las mujeres en todo el país" a raíz de la crisis en el sistema de salud.
En otro discurso, Bush quiso aclarar que estaba convencido de que los seres humanos y los peces son “capaces de coexistir pacíficamente", tal como compiló el sitio español 20 Minutos. Además, existe un libro que recopila los mejores bushismos en lo que parece ser una enciclopedia de la mentalidad Bush.
“A veces me pregunto, ¿por qué les interesa lo que pasa afuera de América?”, le preguntó el presidente al pueblo americano. “Recuerdo un encuentro con una madre cuyo hijo había sido raptado por los norcoreanos, aquí mismo, en el Salón Oval”, declaró en otra oportunidad. Quizás Bush haya querido decir que el encuentro había sido en su despacho, el Salón Oval, pero en vez se entiende que el niño había sido raptado en ese lugar.
Puede que los malos entendidos del presidente saliente de los Estados Unidos no se hayan limitado a la cuestión gramatical, pero sin duda los bushismos serán recordados por mucho tiempo, o hasta que empiecen los mccainismos, o los obamismos.
En otro discurso, Bush quiso aclarar que estaba convencido de que los seres humanos y los peces son “capaces de coexistir pacíficamente", tal como compiló el sitio español 20 Minutos. Además, existe un libro que recopila los mejores bushismos en lo que parece ser una enciclopedia de la mentalidad Bush.
“A veces me pregunto, ¿por qué les interesa lo que pasa afuera de América?”, le preguntó el presidente al pueblo americano. “Recuerdo un encuentro con una madre cuyo hijo había sido raptado por los norcoreanos, aquí mismo, en el Salón Oval”, declaró en otra oportunidad. Quizás Bush haya querido decir que el encuentro había sido en su despacho, el Salón Oval, pero en vez se entiende que el niño había sido raptado en ese lugar.
Puede que los malos entendidos del presidente saliente de los Estados Unidos no se hayan limitado a la cuestión gramatical, pero sin duda los bushismos serán recordados por mucho tiempo, o hasta que empiecen los mccainismos, o los obamismos.