Boletas para toma posesión de Obama costarán US$20 mil
Según la cadena, las compañías de venta de entradas están pidiendo hasta 20.095 dólares por cada una, sin garantías de que se vaya a poder seguir de cerca el acontecimiento. Este será, pues, el precio que tenga que pagar todo aquel que no tenga la suerte de conseguir una entrada gratuita por parte del representante o senador de su estado. Los organizadores no están contentos con el negocio que se está montando en torno a la toma de posesión del que será el primer presidente afroamericano del país. "Consideramos que es una locura vender esas entradas (aunque) entendemos que algunas personas quieran hacer dinero", señaló Howard Gantman, director de personal del Comité Conjunto del Congreso para las Ceremonias Inaugurales, advirtiendo a los eventuales compradores del peligro que corren. Todo aquel interesado en hacerse con una de las 250.000 entradas impresas hasta el momento puede acceder a la información que se publica en la web 'http://inaugural.senate.gov/', pero si puede permitírselo puede recurrir también a estos vendedores de entradas. Estos actúan como intermediarios entre los empleados del Capitolio y otras personas que consiguen entradas de miembros del Congreso, a los que se las compran, y ciudadanos interesados en acudir al acto. No obstante, advierte la CNN en su página web, dado que el Gobierno sólo emite las entradas en el último momento, normalmente una semana antes de la ceremonia, los vendedores de tickets no pueden garantizar al cien por cien que recibirán suficientes entradas para cubrir todas sus ventas. Sin embargo, estas web se comprometen a devolver el dinero si finalmente no se puede entregar la entrada, lo que de todas formas no impide los costes que el desplazamiento y la estancia en Washington pueda suponer para los interesados en asistir a la toma de posesión y que no serán reembolsados. Por su parte, la presidenta del Comité Conjunto del Congreso para las Ceremonias Inaugurales, la senadora Dianne Feinstein, dijo ayer que pedirá al Congreso que se establezca como delito la reventa de entradas para dicho acto. "Hemos oído que hay gente intentando revender las entradas por más de 40.000 dólares. Esto es inconcebible y no debe permitirse", afirmó. "Estas entradas son supuestamente gratuitas para la población y nadie debería pagar por sus entradas", denunció. El Comité que dirige ha advertido a los congresistas que la venta de las entradas que les corresponden supone una violación del código ético de las cámaras.