Johan Santana blanqueó a los Marlins para darle respiro a los Mets
En un sábado lluvioso, con la multitud de pie y coreando su nombre, Santana (16-7) garantizó que los Mets jueguen al menos un partido relevante más en el Shea Stadium. Fue apenas el tercer triunfo de Nueva York en ocho juegos y permitió al equipo olvidarse, al menos por un día, de la posibilidad de otro derrumbe estrepitoso e inexplicable.
Los Mets comenzaron el día un juego detrás de Milwaukee en la puja por el boleto de comodín en la Liga Nacional, y dos partidos debajo de Filadelfia en la División Este. Tanto los Cerveceros como los Filis jugaban más tarde.
Antes del encuentro, se le preguntó al manager de los Mets, Jerry Manuel, si tenía previsto ver por la televisión los encuentros de Milwaukee y Filadelfia.
"Si ganamos...", dijo antes de corregir. "...cuando ganemos, simplemente me cambiaré de ropa y me iré a casa".
Santana había lanzado con tres días de descanso sólo una vez anterior. Fue en los playoffs de la Liga Americana, en el 2004. En su salida anterior había hecho 125 lanzamientos, la mayor cantidad en su carrera, y esta vez hizo 117, para que los relevistas de los Mets, nada fiables, se mantuvieran en la caseta.
Los Mets comenzaron el día un juego detrás de Milwaukee en la puja por el boleto de comodín en la Liga Nacional, y dos partidos debajo de Filadelfia en la División Este. Tanto los Cerveceros como los Filis jugaban más tarde.
Antes del encuentro, se le preguntó al manager de los Mets, Jerry Manuel, si tenía previsto ver por la televisión los encuentros de Milwaukee y Filadelfia.
"Si ganamos...", dijo antes de corregir. "...cuando ganemos, simplemente me cambiaré de ropa y me iré a casa".
Santana había lanzado con tres días de descanso sólo una vez anterior. Fue en los playoffs de la Liga Americana, en el 2004. En su salida anterior había hecho 125 lanzamientos, la mayor cantidad en su carrera, y esta vez hizo 117, para que los relevistas de los Mets, nada fiables, se mantuvieran en la caseta.