
Un eclipse total ensombrece a China una semana antes de los JJOO
El espectáculo natural, que se produce cuando la Luna se interpone entre el Sol y la Tierra, comenzó en Canadá, recorrió Groenlandia y Siberia para terminar con la puesta de sol en China.
En el noroeste de China, la alegría se extendió en el fuerte de Jiayuguan entre los emocionados turistas que asistieron al eclipse.
"Es doblemente especial, porque estoy delante la Gran Muralla y viéndolo", afirmó Feng Lei, de la provincia de Siguan, en el sudoeste del país, que se encontraba de camino a Pekín para asistir a los Juegos.
Los eclipses eran considerados augurios peligrosos para los antiguos astrónomos chinos, pero muchos consideran éste especialmente afortunado, ya que se produce una semana antes de que la antorcha se encienda en Pekín para la ceremonia inaugural de unos Juegos diseñados para restaurar el orgullo de China y exhibir sus logros.
"Siento algo muy profundo, especialmente porque esto se produce exactamente ocho días antes de los Juegos", asegura Chuai Rui, un universitario proveniente de Xi'an, que alude a que en China el ocho se considera un número de la suerte.
En Rusia miles de personas viajaron desde todo el mundo a la localidad de Novosibirsk, donde el sobrecogimiento se mezclaba con la excitación mientras el día se trasformaba en noche. Los espectadores contemplaron en silencio, envueltos por ráfagas de viento, mientras los pájaros dejaban de cantar y la temperatura bajaba por el ocultamiento del sol.
"Es muy dramático y sobrecogedor cuando llega repentinamente la oscuridad. Es por eso que miles de turistas vienen a verlo", dijo Jay Pasachoff, un profesor del Williams College, en Estados Unidos, que viajó a Rusia para observar su eclipse número 47.
En el norte de Europa el eclipse parcial también llamó la atención de miles de personas
En el noroeste de China, la alegría se extendió en el fuerte de Jiayuguan entre los emocionados turistas que asistieron al eclipse.
"Es doblemente especial, porque estoy delante la Gran Muralla y viéndolo", afirmó Feng Lei, de la provincia de Siguan, en el sudoeste del país, que se encontraba de camino a Pekín para asistir a los Juegos.
Los eclipses eran considerados augurios peligrosos para los antiguos astrónomos chinos, pero muchos consideran éste especialmente afortunado, ya que se produce una semana antes de que la antorcha se encienda en Pekín para la ceremonia inaugural de unos Juegos diseñados para restaurar el orgullo de China y exhibir sus logros.
"Siento algo muy profundo, especialmente porque esto se produce exactamente ocho días antes de los Juegos", asegura Chuai Rui, un universitario proveniente de Xi'an, que alude a que en China el ocho se considera un número de la suerte.
En Rusia miles de personas viajaron desde todo el mundo a la localidad de Novosibirsk, donde el sobrecogimiento se mezclaba con la excitación mientras el día se trasformaba en noche. Los espectadores contemplaron en silencio, envueltos por ráfagas de viento, mientras los pájaros dejaban de cantar y la temperatura bajaba por el ocultamiento del sol.
"Es muy dramático y sobrecogedor cuando llega repentinamente la oscuridad. Es por eso que miles de turistas vienen a verlo", dijo Jay Pasachoff, un profesor del Williams College, en Estados Unidos, que viajó a Rusia para observar su eclipse número 47.
En el norte de Europa el eclipse parcial también llamó la atención de miles de personas