Magnate ruso niega la compra de la casa más cara del mundo
Los periódicos aseguraron el lunes que Projorov, soltero y de 43 años, había pagado 496 millones de euros por una propiedad situada en el sur de Francia llamada Villa Leopolda, construida en 1902 por el rey belga Leopoldo II.
Sin embargo, el portavoz de Projorov indicó que el magnate no estaba detrás de la compra, y añadió que su jefe no haría negocios en Francia hasta que las autoridades se disculparan con él por detenerle brevemente el año pasado, en el transcurso de una investigación sobre prostitución en el complejo turístico de esquí de Courchevel.
"Hasta que no se resuelva el conflicto con las autoridades francesas y hasta que no reciba una disculpa del lado francés, ni Onexim ni Projorov mismo harán ningún negocio en Francia", afirmó Sergei Chernitsyn, refiriéndose a la compañía de inversiones del magnate del metal, Onexim Holdings.
Projorov, el quinto hombre más rico de Rusia, amasó su fortuna -estimada en 22.000 millones de dólares (unos 14.972 millones de euros)- en los 90, durante la liberalización económica de su país, cuando los empresarios compraron partes de la industria soviética por fracciones de su valor real.
El magnate de la minería y Roman Abramovich, el tercer hombre más rico de Rusia y propietario del club inglés Chelsea, aparecen con frecuencia en los tabloides rusos, que les relacionan con exóticas y astronómicas compras en todo el mundo.
También fuentes cercanas a Abramovich han negado que fuera el comprador de Villa Leopolda, aunque tanto los medios franceses como los rusos insisten en que la transacción implicaba a un multimillonario ruso.
De confirmarse, la venta colocaría la finca de nueve hectáreas en el primer puesto de la lista de las casas más caras de la revista Forbes, por delante de la casa de California que perteneció al magnate de la prensa William Randolph Hearst, y de un castillo rumano en el que Vlad el
Sin embargo, el portavoz de Projorov indicó que el magnate no estaba detrás de la compra, y añadió que su jefe no haría negocios en Francia hasta que las autoridades se disculparan con él por detenerle brevemente el año pasado, en el transcurso de una investigación sobre prostitución en el complejo turístico de esquí de Courchevel.
"Hasta que no se resuelva el conflicto con las autoridades francesas y hasta que no reciba una disculpa del lado francés, ni Onexim ni Projorov mismo harán ningún negocio en Francia", afirmó Sergei Chernitsyn, refiriéndose a la compañía de inversiones del magnate del metal, Onexim Holdings.
Projorov, el quinto hombre más rico de Rusia, amasó su fortuna -estimada en 22.000 millones de dólares (unos 14.972 millones de euros)- en los 90, durante la liberalización económica de su país, cuando los empresarios compraron partes de la industria soviética por fracciones de su valor real.
El magnate de la minería y Roman Abramovich, el tercer hombre más rico de Rusia y propietario del club inglés Chelsea, aparecen con frecuencia en los tabloides rusos, que les relacionan con exóticas y astronómicas compras en todo el mundo.
También fuentes cercanas a Abramovich han negado que fuera el comprador de Villa Leopolda, aunque tanto los medios franceses como los rusos insisten en que la transacción implicaba a un multimillonario ruso.
De confirmarse, la venta colocaría la finca de nueve hectáreas en el primer puesto de la lista de las casas más caras de la revista Forbes, por delante de la casa de California que perteneció al magnate de la prensa William Randolph Hearst, y de un castillo rumano en el que Vlad el