Sanz, de 33 años, tenía un embarazo de siete meses cuando fue atropellada por una camioneta cuando cruzaba una calle en el Bronx el 14 de agosto pasado, en un caso que ha ocupado las portadas de los diarios neoyorquinos.
El impacto lanzó a la mujer hacia el pavimento adelante de un ómnibus escolar que también la atropelló. Decenas de personas se unieron para levantar el frente del ómnibus y quitarla de abajo del vehículo, en un acto que fue calificado de heroico por las autoridades de la ciudad.
La mujer fue llevada al Hospital St. Barnabas, donde por cesárea nació el bebé llamado Sean Michael Justin Sanz. La agente Sanz murió unas dos horas después.
"Desde el momento cuando Donnette fue atropellada, decenas de neoyorquinos se congregaron para tratar de salvarla a ella y a su bebé no nacido todavía", indicó en una declaración el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg.
"Los peatones que, heroicamente, sacaron a Donette de abajo de un ómnibus escolar en el Bronx no solo levantaron cinco toneladas de metal y vidrio, también elevaron los espíritus de toda nuestra ciudad", añadió.
"Nuestros corazones y nuestras oraciones están con el padre del bebé, Rafael Sanz, y con todos los seres queridos de Donnette", agregó el alcalde.
El comisionado de policía Raymond Kelly expresó su "profunda tristeza por la pérdida de Sean Michael Sanz tan cerca de la de su madre, cuyo servicio a la ciudad de Nueva York y al Departamento de Policía, no se olvidará".
El conductor de la camioneta, Walter Walker, de 72 años que, según las autoridades tiene un largo historial de infracciones de tránsito, no ha contestado a los cargos de homicidio criminal por negligencia , indicó su abogado, Michael Torres.
Walker declaró al diario New York Post que se quedó sin frenos en la camioneta y que no pudo hacer nada para evitar el atropello.
"El semáforo se puso en rojo y no podía parar. Traté de evitarla. Intenté ir detrás de ella pero se paró y la atropellé", explicó el conductor, que ayudó a levantar el autobús para sacar a la mujer.