7 asaltantes y un guardia mueren en un ataque a una comisaría de Xinjiang
Se trata del segundo atentado en menos de una semana contra la policía de esa región amenazada por los islamistas, según las autoridades chinas.
Los hechos se produjeron al amanecer en la ciudad de Kuqa: los autores del ataque arrojaron artefactos explosivos desde un taxi contra una comisaría de policía y unas oficinas, indicó la agencia China Nueva.
Después de las explosiones se produjo un tiroteo. Según el último saldo, comunicado por la agencia, hubo cuatro heridos -dos civiles y dos policías- además de los ocho muertos.
El atentado se produce en plenos Juegos Olímpicos de Pekín y se suma al asesinato el sábado a puñaladas de un estadounidense, suegro del entrenador del equipo de voleibol olímpico Hugh McCutcheon, que hacía turismo por la capital. La esposa de la víctima resultó gravemente herida por el agresor, que se suicidó.
Las autoridades chinas se esfuerzan por tranquilizar a los asistentes al acontecimiento deportivo. "Pekín es una ciudad muy segura", dijo Wang Wei, vicepresidente del comité organizador de los Juegos (BOCOG), describiendo el asesinato como un acto "aislado". Wang prometió que se reforzará la seguridad aún más en los sitios frecuentados por turistas. Unos 110.000 policías y 40.000 militares velan por la seguridad de la capital actualmente.
En cuanto al atentado, Wang dijo que no creía que guardara "relación con los Juegos Olímpicos", recordando que Xinjiang "es escenario de actividades terroristas desde hace un tiempo".
Kuqa, a 740 km de Urumqi, la capital provincial, tiene 400.000 habitantes.
Un atentado costó la vida a 16 policías en esa misma región, el pasado 4 de agosto en la ciudad de Kashgar.
Las autoridades chinas acusaron al Partido Islamista de Turkestán Oriental (ETIM), organización islamista separatista, de estar tras el atentado, uno de los más sangrientos de los últimos años en China. Los autores del ataque eran uigures, miembros de la etnia mayoritaria en Xinjiang.
Los hechos se produjeron al amanecer en la ciudad de Kuqa: los autores del ataque arrojaron artefactos explosivos desde un taxi contra una comisaría de policía y unas oficinas, indicó la agencia China Nueva.
Después de las explosiones se produjo un tiroteo. Según el último saldo, comunicado por la agencia, hubo cuatro heridos -dos civiles y dos policías- además de los ocho muertos.
El atentado se produce en plenos Juegos Olímpicos de Pekín y se suma al asesinato el sábado a puñaladas de un estadounidense, suegro del entrenador del equipo de voleibol olímpico Hugh McCutcheon, que hacía turismo por la capital. La esposa de la víctima resultó gravemente herida por el agresor, que se suicidó.
Las autoridades chinas se esfuerzan por tranquilizar a los asistentes al acontecimiento deportivo. "Pekín es una ciudad muy segura", dijo Wang Wei, vicepresidente del comité organizador de los Juegos (BOCOG), describiendo el asesinato como un acto "aislado". Wang prometió que se reforzará la seguridad aún más en los sitios frecuentados por turistas. Unos 110.000 policías y 40.000 militares velan por la seguridad de la capital actualmente.
En cuanto al atentado, Wang dijo que no creía que guardara "relación con los Juegos Olímpicos", recordando que Xinjiang "es escenario de actividades terroristas desde hace un tiempo".
Kuqa, a 740 km de Urumqi, la capital provincial, tiene 400.000 habitantes.
Un atentado costó la vida a 16 policías en esa misma región, el pasado 4 de agosto en la ciudad de Kashgar.
Las autoridades chinas acusaron al Partido Islamista de Turkestán Oriental (ETIM), organización islamista separatista, de estar tras el atentado, uno de los más sangrientos de los últimos años en China. Los autores del ataque eran uigures, miembros de la etnia mayoritaria en Xinjiang.