
Europa busca alternativa para enfrentar el alsa de los combustibles
Las bicicletas desde hace muchos años son muy usadas en Bélgica, Holanda, Suiza, Japón, China y otras naciones importantes sin embargo en Francia, España, Inglaterra y otros países europeos están siendo tomadas en cuentas como medio de transporte alternativo y no contaminantes, que a la vez que contribuyen a reducir el consumo de combustibles ayudan a la salud de los ciudadanos.
En París, por ejemplo, se desarrolla un novedoso programa municipal que consiste en la instalación de estaciones de bicicletas en los principales sectores, las cuales pueden usar los ciudadanos para la trasladarse de un lugar a otro “en la capital del amor” con solo depositar un euro (54 pesos dominicanos).
Proyectos similares se pusieron en práctica en Madrid, Barcelona, Pamplona y otras grandes ciudades españolas. También se contempla en Londres, Inglaterra y en Suecia.
En París el proyecto se denomina Vèlib y se inició con 10 mil 600 bicicletas, de un diseño antiguo y de color gris "ratón" para que no se confunda con las bicis privadas. Para final de año el alcaide de la capital francesa, el socialista Bertrand Delanoe, contempla duplicar la cifra. También funciona en Lyon, ciudad conocida como la “capital de la gastronomía francesa” y allí su color es rojo.
Las bicicletas públicas han sido muy bien aceptadas y las calles de París, especialmente en la zona de los monumentos y las calles de los barrios se observan repletas del “transporte sin motor”, las cuales están diseminadas en 750 estacionamientos y que se están aumentando para llevarlos a 1,451 para finales de diciembre
En París, por ejemplo, se desarrolla un novedoso programa municipal que consiste en la instalación de estaciones de bicicletas en los principales sectores, las cuales pueden usar los ciudadanos para la trasladarse de un lugar a otro “en la capital del amor” con solo depositar un euro (54 pesos dominicanos).
Proyectos similares se pusieron en práctica en Madrid, Barcelona, Pamplona y otras grandes ciudades españolas. También se contempla en Londres, Inglaterra y en Suecia.
En París el proyecto se denomina Vèlib y se inició con 10 mil 600 bicicletas, de un diseño antiguo y de color gris "ratón" para que no se confunda con las bicis privadas. Para final de año el alcaide de la capital francesa, el socialista Bertrand Delanoe, contempla duplicar la cifra. También funciona en Lyon, ciudad conocida como la “capital de la gastronomía francesa” y allí su color es rojo.
Las bicicletas públicas han sido muy bien aceptadas y las calles de París, especialmente en la zona de los monumentos y las calles de los barrios se observan repletas del “transporte sin motor”, las cuales están diseminadas en 750 estacionamientos y que se están aumentando para llevarlos a 1,451 para finales de diciembre
