Indignación en Francia por la profanación de decenas de tumbas musulmanas
Es la segunda vez en apenas un año que tumbas musulmanas del cementerio militar de Notre-Dame de Lorette, cerca de la ciudad norteña de Arras, son profanadas.
Los responsables del cementerio informaron hoy sobre el descubrimiento de pintadas contra el islam y que también insultan “gravemente” a la ministra de Justicia, Rachida Dati, de ascendencia magrebí, según trascendió. La vez anterior había pintadas en las que podía leerse “Heil Hitler” y reivindicaciones de los “cabezas rapadas”, entre otras. Se trata del “racismo más inadmisible que hay”, denunció hoy el presidente francés, Nicolas Sarkozy, al “compartir el dolor de toda la comunidad musulmana de Francia”.
En un comunicado, indicó que este acto “odioso” atenta también contra “la memoria de todos los combatientes de la Primera Guerra Mundial”, más allá de las creencias religiosas de cada uno. Sarkozy, que ha pedido al secretario de Estado de Antiguos Combatientes, Jean-Marie Bockel, que acuda hoy mismo al cementerio, quiere que la investigación judicial dé resultados “rápidos” para que los autores de la profanación “sean castigados como se merecen”.
El primer ministro, François Fillon, que condenó estos actos “repulsivos”, dijo que la justicia se ha hecho cargo del caso. Desde la oposición, el Partido Socialista expresó igualmente su “cólera e indignación” y reclamó “sanciones ejemplares” contra los responsables.
Los responsables del cementerio informaron hoy sobre el descubrimiento de pintadas contra el islam y que también insultan “gravemente” a la ministra de Justicia, Rachida Dati, de ascendencia magrebí, según trascendió. La vez anterior había pintadas en las que podía leerse “Heil Hitler” y reivindicaciones de los “cabezas rapadas”, entre otras. Se trata del “racismo más inadmisible que hay”, denunció hoy el presidente francés, Nicolas Sarkozy, al “compartir el dolor de toda la comunidad musulmana de Francia”.
En un comunicado, indicó que este acto “odioso” atenta también contra “la memoria de todos los combatientes de la Primera Guerra Mundial”, más allá de las creencias religiosas de cada uno. Sarkozy, que ha pedido al secretario de Estado de Antiguos Combatientes, Jean-Marie Bockel, que acuda hoy mismo al cementerio, quiere que la investigación judicial dé resultados “rápidos” para que los autores de la profanación “sean castigados como se merecen”.
El primer ministro, François Fillon, que condenó estos actos “repulsivos”, dijo que la justicia se ha hecho cargo del caso. Desde la oposición, el Partido Socialista expresó igualmente su “cólera e indignación” y reclamó “sanciones ejemplares” contra los responsables.
