Reino Unido retirará al príncipe Enrique de Afganistán
Los comandantes militares han elaborado los planes para que se retire del país pero no se sabe exactamente cuándo sucederá.
"Será relativamente rápido, y será una retirada ordenada y dignificada", dijo una fuente del ministerio.
Enrique, tercero en la línea sucesoria al trono británico e hijo menor del príncipe Carlos y la difunta princesa Diana, supo de la filtración poco después de que se conociera en todo el mundo su presencia allí el jueves por una página web estadounidense.
La filtración despertó inquietudes por si Enrique, que está en primera línea en Helmand, una peligrosa provincia en el sur de Afganistán, podría convertirse en un objetivo para Al Qaeda y otros integristas islámicos.
Enrique, de 23 años, fue enviado en secreto en diciembre a Afganistán para luchar contra los talibanes siete meses después de que los planes para enviarle a Irak fueran anulados tras las amenazas de milicianos iraquíes de secuestrarle o matarle.
Las Fuerzas Armadas decidieron enviarle al frente después de que los medios británicos y algunos internacionales acordaran no informar sobre su paradero hasta que hubiera regresado tras pasar entre cuatro y seis meses en Afganistán.
El pacto de silencio se quebró el jueves cuando sitios web alemanes, australianos y estadounidenses informaron de que el príncipe estaba en Afganistán. Esta situación enfureció a los militares británicos.
"Ahora que la historia es de dominio público, el jefe del Estado Mayor y yo recibiremos consejo de los mandos operativos acerca de si su presencia en el frente puede continuar", dijo en un comunicado el jefe del Ejército, general Richard Dannatt
"Será relativamente rápido, y será una retirada ordenada y dignificada", dijo una fuente del ministerio.
Enrique, tercero en la línea sucesoria al trono británico e hijo menor del príncipe Carlos y la difunta princesa Diana, supo de la filtración poco después de que se conociera en todo el mundo su presencia allí el jueves por una página web estadounidense.
La filtración despertó inquietudes por si Enrique, que está en primera línea en Helmand, una peligrosa provincia en el sur de Afganistán, podría convertirse en un objetivo para Al Qaeda y otros integristas islámicos.
Enrique, de 23 años, fue enviado en secreto en diciembre a Afganistán para luchar contra los talibanes siete meses después de que los planes para enviarle a Irak fueran anulados tras las amenazas de milicianos iraquíes de secuestrarle o matarle.
Las Fuerzas Armadas decidieron enviarle al frente después de que los medios británicos y algunos internacionales acordaran no informar sobre su paradero hasta que hubiera regresado tras pasar entre cuatro y seis meses en Afganistán.
El pacto de silencio se quebró el jueves cuando sitios web alemanes, australianos y estadounidenses informaron de que el príncipe estaba en Afganistán. Esta situación enfureció a los militares británicos.
"Ahora que la historia es de dominio público, el jefe del Estado Mayor y yo recibiremos consejo de los mandos operativos acerca de si su presencia en el frente puede continuar", dijo en un comunicado el jefe del Ejército, general Richard Dannatt