Sonido Secreto se revela en New York
Gaia en la batería y percusión, Pozo en la guitarra, Oveck en voz y guitarra y Sol, la única fémina del grupo, en el bajo y coro, se han presentado en varios clubes nocturnos de Nueva York y han abierto conciertos para conocidas bandas como Rata Blanca de Argentina y Jaguares y La Barranca de México.
Precisamente el próximo domingo, Sonido Secreto compartirá el escenario con La Barranca en el popular club neoyorquino SOB'S en Manhathan, donde presentarán temas de su nuevo álbum "Vudú Sónico".
La amistad entre Joel Muñoz (Gaia), su hermano John Muñoz (Pozo) y Roberto Reyes (Oveck) se remonta a su infancia en la República Dominicana, pero, como ocurre a muchos amigos, la emigración les separó cuando sus respectivas familias decidieron establecerse en EE.UU.
Pero, para sorpresa de todos, el destino volvió a unirles.
"Nos reencontramos un día en un concierto del grupo (colombiano) Aterciopelados. Nos habíamos dejado de ver cuando nuestras familias emigraron", recordó hoy Oveck en una conversación con Efe.
"Hablamos de qué estábamos haciendo. Cada uno sabía del interés musical de cada uno. Entonces, decidimos formar el grupo y desde entonces hemos estado haciendo canciones", comentó Oveck, quien compone con Pozo el repertorio de la banda, aunque todos participan de las decisiones.
El joven músico define al grupo como una banda de rock clásico, con los sonidos de los años 90, la psicodelia de los 60 y 70 "pero en todo caso, rock progresivo que abarca muchos temas como la religión, política y el amor. Son temas de sátira".
"No queremos cambiar al mundo, pero queremos que se escuche lo que tenemos que decir, que se le preste atención porque es una música con mucho respeto y no va a defraudar a nadie", afirmó.
Precisamente el próximo domingo, Sonido Secreto compartirá el escenario con La Barranca en el popular club neoyorquino SOB'S en Manhathan, donde presentarán temas de su nuevo álbum "Vudú Sónico".
La amistad entre Joel Muñoz (Gaia), su hermano John Muñoz (Pozo) y Roberto Reyes (Oveck) se remonta a su infancia en la República Dominicana, pero, como ocurre a muchos amigos, la emigración les separó cuando sus respectivas familias decidieron establecerse en EE.UU.
Pero, para sorpresa de todos, el destino volvió a unirles.
"Nos reencontramos un día en un concierto del grupo (colombiano) Aterciopelados. Nos habíamos dejado de ver cuando nuestras familias emigraron", recordó hoy Oveck en una conversación con Efe.
"Hablamos de qué estábamos haciendo. Cada uno sabía del interés musical de cada uno. Entonces, decidimos formar el grupo y desde entonces hemos estado haciendo canciones", comentó Oveck, quien compone con Pozo el repertorio de la banda, aunque todos participan de las decisiones.
El joven músico define al grupo como una banda de rock clásico, con los sonidos de los años 90, la psicodelia de los 60 y 70 "pero en todo caso, rock progresivo que abarca muchos temas como la religión, política y el amor. Son temas de sátira".
"No queremos cambiar al mundo, pero queremos que se escuche lo que tenemos que decir, que se le preste atención porque es una música con mucho respeto y no va a defraudar a nadie", afirmó.
